BRUNO BERGARECHE SANS
Volver a competir tras estar parado siete meses por una lesión es difícil. Volver y ganar desde el primer día lo es aún más pero volver y ser mejor jugador es algo muy inusual.
Pablo Carreño era una promesa del tenis español que todos esperábamos que en unos años nos diese unas alegrías pero ha decidido saltarse unos cursos y graduarse ya mismo. Comenzó el año en el puesto 654 del ranking tras haber llegado a rozar el top 100 a finales de 2011, por lo que tuvo que dejar atrás esas esperanzas de jugar previas en el circuito ATP y llegar al primer escenario del mundo del tenis para empezar desde cero en el circuito de Futures.
Y ahí llegaron siete títulos seguidos y una final. Si algo demuestra esto no es solamente que Carreño es un formidable tenista sino que posee algo que se tiene o no: fortaleza mental, y esta cualidad es lo que convierte el talento en éxito.
En una entrevista con nuestro compañero, Nacho Mühlenberg, durante el Godó comentó que su meta era acercarse al top 100 o entrar en él. Pues estamos en mayo y Carreño se encuentra en el puesto 169 del mundo con medio año por delante en el que no defiende nada y solo podrá sumar y escalar puestos.
Por si tenía poca confianza, en las últimas semanas ha derrotado a jugadores consagrados como Haase, Benneteau, Goffin o Fognini y ha dado la cara ante un tenista de primer nivel mundial como Wawrinka. El futuro es prometedor para este joven asturiano quien, gracias a la desgracia de una lesión, sabe perfectamente lo duro que hay que trabajar para ganarse la vida en esta preciosa profesión.