Ya hace tiempo que observo como los jugadores de tenis a todos los niveles se acercan a la toalla en cada punto, al parecer intentando reflexionar o detener el juego antes de otro punto.
Al ser yo de la vieja escuela de entrenadores, me pareció que las nuevas generaciones de peques que desean ser grandes tenistas, simplemente imitaba a los grandes que vemos en la televisión y me propuse averiguar porque nos acercamos a la toalla.
Durante algún tiempo simplemente observé a jugadores/as de diferentes categorías, de benjamín a junior. Y si, curiosamente todos iban a la toalla.
La toalla en el mundo del tenis ha cogido el rol de gran amiga de los jugadores/as. En ella se encuentran los grandes secretos de los partidos de nuestros alumnos/as, parece ser que tienen la solución a lo que está ocurriendo en la pista en todo momento.
Me acerqué a dos alumnas aprovechando un día de lluvia que tocaba charla para preguntar y salir de una vez por todas de dudas.
Encaré la charla a los diálogos de ellas con sus toallas. Sé que los entrenadores ven un buen método para detener el ritmo de los partidos, así como la última moda de visitar el wáter al final de los sets.
Mi entrenador me decía «David: A LA PISTA SE VIENE SERVIDO DE MENESTERES QUE PRECISEN DEL WATER». Pero observo que esos momentos son ahora prácticas habituales, por lo tanto algo me falla en mis apreciaciones.
Joanna, ante mi pregunta
-¿Qué hablas cuando vas a la toalla?, ¿o qué te produce?
-Paz y tranquilidad entre punto y punto.
-¿Convencida?
-Bueno, no lo sé.
Ante las dudas, me hubiera gustado hablar con la propia toalla, lo cual me resultaba difícil. Curiosamente aquella semana se crea un ejercicio, donde ante el error nos acercamos a la toalla buscando respuestas.
Mi incultura me lleva a pensar en ese momento que estoy algo desfasado y decido poner en mi mochila una pequeña toalla que saco antes de empezar las clases.
Curiosamente nadie se percata del detalle. Aquella, mi toalla pasa desapercibida en las clases y decido el último día, que seguiré sin comentarle mis problemas a la toalla.
Tal vez cometiendo un gran error.
Los miedos de los jugadores/as nos los absorbe una toalla por mucho que deseemos que ocurra, las ansiedades tampoco, contra ello debemos luchar con los tiempos que marca el reglamento del tenis.
En ocasiones la toalla es nuestro peor rival, porque es importante conocer antes de aplicar estos métodos de descanso emocional, lo que está ocurriendo en todo momento dentro del partido, siendo esto la gran dificultad de los jugadores/as.
¿Qué ocurre cuando todo me está saliendo bien y no deseo descansos emocionales de ningún tipo? Que vamos a la toalla, ¿qué ocurre cuando la soluciones las tiene la cara de mi rival? Que no la miro porque voy a la toalla, ¿qué ocurre cuando estoy enfadado porque nada sale bien? Que en la toalla parece que esta la solución.
Los grandes la utilizan porque analizan y visualizan en décimas de segundo dos cosas.
El punto que han jugado, y el punto que jugarán, en la toalla buscan tiempo, no soluciones.
Las soluciones de un tenista están en la mente y el ganar tiempo nos la refresca.
No vean en estas palabras ningún ataque a la toalla, ni aquéllos que la utilizan, dios me libre de cometer tal barbaridad.
Lo que me hace escribir estas palabras es el deseo de comprender nuevos métodos para enseñar Tenis. Sin comprenderlos no soy capaz de aplicarlos, porque me siento novato para explicarlos como debería.
Y mis alumnas merecen que lo que les cuente sea mi realidad sobre lo que siento del Tenis.
Tanto a Ingrid como a Joanna les prometí escribir mi visión de las conversaciones con la toalla. Y les pido que si en ella están sus soluciones de tranquilidad mental, sigan acudiendo, pues todo aquello que les pueda dar un respiro me parece muy correcto.
Al tiempo que les pido que piensen que la toalla es tiempo no soluciones, las soluciones están en su mente.
Bien estimada toalla, espero no te sientas ofendida por mis palabras, ni tu ni ningún entrenador que utilice dicho método, totalmente respetable. Yo te seguiré usando no te quepa duda, aunque para la ducha y para que me seques el sudor de estos días de calor infernal. Seguiré ganando ese tiempo buscando la pelota más lejana o bien atándome o subiéndome los calcetines las veces que haga falta.
En el fondo, todos lo que buscamos de una manera u otra es ganar tiempo al juego.
¿O no?, unos de forma más televisiva que otros.
Yo, Solo Cuento Cosas.
David Creus