Me pregunto constantemente en que ha cambiado el tenis en los 25 años que llevo en la enseñanza.
Existe una frase muy asentada por los entrenadores, ahora y hace 25 años.
Se suele decir que EN EL TENIS ESTA TODO INVENTADO.
La propia evolución de la sociedad nos debería haber enseñado algo a todos y en todos los ámbitos de la vida, también en el deporte.
Los cambios que mi deporte me ofrece no me gustan nada, estamos priorizando el nivel y resultados de nuestros alumnos en detrimento de su formación como deportistas.
Olvidamos demasiado a menudo que trabajamos con niños, no entendiendo que no son un producto.
Estamos viendo a estos alumnos como tenistas profesionales, tratándoles como tal y olvidando que son tan solo eso, niños que practican un deporte.
¿Que provoca esto?
Mi humilde opinión es que estamos provocando que los niños abandonen de forma prematura un deporte que se podría practicar hasta los 100 años si la salud nos lo permite.
No se acaba de entender que el gran protagonista es el NIÑO, me entristece ver que el gran cambio es que los grandes protagonistas están siendo las escuelas y monitores.
Estamos consiguiendo con ello que los resultados sean una parte muy importante del trabajo que realizan las escuelas.
Olvidamos el objetivo prioritario de los monitores y la función que deberíamos ejercer, que no puede ser otra, QUE LA DE QUE LOS NIÑOS SE DIVIERTAN CON NOSOTROS Y NUESTRO DEPORTE. Con ello conseguiremos formar buenos deportistas.
GANAR O PERDER no puede ser objetivo de nadie que trabaje con niños, las victorias de nuestros alumnos no nos hacen ser mejores o peores entrenadores de tenis.
¿Por qué digo esto?
Imagino que por cansancio personal, por ver hipocresía tenistica y sobre todo por ver
que los niños se están perdiendo lo realmente importante, valores que el deporte les puede transmitir, y veo que los únicos responsables de transmitirlos somos los que trabajamos con ellos con ayuda de sus padres.
Nuestro tenis debe cambiar, empezando por la base del mismo, se necesita un enfoque real de la situación, generando ilusión y respeto por la enseñanza y el propio niño.
Un buen monitor debe ganarse e los alumnos, ellos son nuestros verdaderos protagonista, si lo conseguimos nos permitirán formar parte de su educación como personas.
ESE REGALO NO LO ESTAMOS SABIENDO APRECIAR.
En la actualidad los niños cambian de escuela constantemente y yo me pregunto.
¿Alguien pregunta al niño?
Mi gran maestro, el señor Pérez que en paz descanse, siempre me decía: David de las victorias se debe disfrutar, de las derrotas se debe aprender. Esa frase no me puedo permitir olvidarla intentando transmitirla en cada una de mis clases, me enseño valores, y lo agradeceré siempre.
Debo reconocer que he sido un potro desbocado, no supe conformarme con la frase inicial de que en el tenis esta todo inventado. Luche y lo pague y pago, se lo puedo asegurar a todos.
Grite muy alto, QUE EN NUESTRO TENIS NO ESTA TODO INVENTADO.
Ahora me doy cuenta de que si el cambio es el que veo hoy en día, tenemos mucho trabajo que hacer entre todos, viendo poca disponibilidad para ello.
Existe comodidad por parte de algunos, miedos por parte de otros mientras intentan proteger sus trabajos.
En la actualidad, el tenis tal y como esta no es más que un negocio, un puro negocio.
Iniciarse a la competicion con 8 años, es el primer pecado. Esa competicion se esta vendiendo y puedo asegurar que no resulta nada barata a los padres, los cuales tienen otra responsabilidad en esa formación y cuya visión a entrado en el resultado como objetivo de su inversión, culpa de lo que oyen de sus hijos y culpa de sus propias necesidades ganadoras.
Es cierto que el tenis ha cambiado, pero hagámonos todos una pequeña reflexión,
¿ESE CAMBIO VALE LA PENA?, mi respuesta la tengo clara.