Las principales jugadoras españolas anuncian publicamente su decisión de romper relaciones a nivel personal y profesional con el actual presidente de la RFET José Luis Escañuela.
La causa del malestar de las tenistas es el incumplimiento por parte de Escañuela de sus promesas para mejorar la situación del tenis femenino que hace dos años se acordó con el arbitraje del Consejo Suerior de Deportes (CSD) el 3 de noviembre del 2010.
Las principales jugadoras españolas han anunciado su decisión de «romper relaciones a nivel personal y profesional» con el presidente de la Real Federación Española de Tenis, Jose Luis Escañuela. Esta decisión ha sido tomada por lo que consideran un incumplimiento de los acuerdos que ambas partes firmaron hace dos años para asegurar el futuro de tenis femenino.
En una carta que han hecho pública este miércoles, las jugadoras Carla Suárez, Garbiñe Muruguruza, María José Martínez, Silvia Soler, Estrella Cabeza, Nuria Llagostera, Arantxa Parra, Lourdes Domínguez y Laura Pous han expresado su «profunda decepción y desilusión» por la gestión que ha hecho Escañuela con el tenis femenino.
A ellas también se han sumado las exjugadoras Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez. Cabe destacar que Sánchez Vicario es empleada de la federación en su condición de capitana del equipo español de Copa Federación.
Las únicas tenistas española de renombre actualmente en activo que no apoyan la misiva son Anabel Medina, Lara Arruabarrena y Tita Torró.