¿Este año sí?

copa davis argentina

BRUNO BERGARECHE
Argentina lleva años intentando y fracasando en su conquista por la Copa Davis. Es difícil entender cómo una nación tan poderosa en el mundo del tenis, sobre todo en los últimos veinte años, no se haya llevado una ensaladera. Gran parte del problema ha sido el no saber convertir un deporte individual en uno de equipo. En la época dorada hubo enfrentamientos entre Gastón Gaudio y Guillermo Coria y últimamente ha habido problemas entre David Nalbandian y Juan Martín Del Potro. Da la sensación que en el tenis argentino hay una gran armonía cuando estás por abajo pero una vez que empiezas a despuntar aparecen las envidias y quizás también la soberbia que viene con el éxito.

Este año la renuncia de Juan Martín Del Potro ha permitido al combinado argentino centrarse en lo deportivo y ya no existe ese run run que siempre rodea al de Tandil. Martín Jaite ha tenido que combinar un equipo exento de estrellas y formado por trabajadores que si quieren ganar lo tienen que hacer precisamente como equipo. Naciones del nivel de Alemania y Francia ya han caído contra los albiceleste pero no hay que olvidar que ambos encuentros se disputaron sobre la tierra batida del Parque Roca en Buenos Aires.

En semifinales toca viajar a Praga donde, previsiblemente, los argentinos se encontrarán con una pista ultra rápida en cubierto. Sin Del Potro la tarea parece, a priori, casi imposible ya que jugadores como Carlos Berlocq en este tipo de pistas no son una amenaza real para un Tomas Berdych o Radek Stepanek.

Si consiguen vencer a los checos les esperaría una final en casa si Serbia es el rival o fuera en el caso de que sea Canadá. Tras cuatro finales perdidas, en Argentina esperan que el equipo y no las individualidades puedan conseguir la tan ansiada ensaladera.