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ADRIÁN BLANCO / MADRID |
Partimos de la tierra batida roja que se obtiene mediante tres pasos:
1. Amasar la arcilla con agua para obtener un bloque.
2. Cocer ese bloque a una temperatura entre 950 y 1020 grados.
3. Trituración, el molido y el tamizado de ese ladrillo que hemos obtenido a una granulometría de 1 a 1,5 mm.
La tierra batida azul en cambio puede realizarse mediante dos procedimientos:
1. Se amasa una base de arcilla blanca, que se obtiene tras extraer el óxido
férrico de la misma.
Opción 1: Se añade el tinte azul con base de agua.
2. El bloque que se obtiene hay que cocerlo a una temperatura de entre 900
y 950 grados.
3. El último paso sería el de la trituración, el molido y el tamizado de ese ladrillo que hemos obtenido con la granulometría adecuada.
Opción 2: Inmersión de la tierra blanca en el tinte durante 24 horas, pasando posteriormente a la fase de secado, sino este proceso no ha sido realizado anteriormente.
Preparación de la pista.
Para ello, sobre la base de la pista hay que poner dos tipos de tierra azul.
Primera capa de tierra azul tiene que teñir esa base de la pista para evitar que cuando se disputen los partidos el deslizar de los jugadores por la misma deje señales blancas.
La granulometría de esta primera capa es mucho más fina y es la que incrustamos sobre la base.
Segunda capa de tierra azul, que es la que se ve, en la que se desliza el jugador.
Una curiosidad es que el consumo de arena aproximado por pista sería de unas 3,5 toneladas.
Elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el torneo.