El español Rafael Nadal logró en la noche del miércoles las semifinales del Masters 1000 de Miami al vencer fácilmente al francés Jo-Wilfried Tsonga por 6-3 y 6-2, en hora y media de juego.
Con un nivel infinitamente superior al de su rival, Nadal aporreó duramente al francés que en el segundo set fue bailado por el gran balear.
En el primer set, Tsonga tiró toda la carne al asador tratando de intimidar al español que algo frío en el comienzo debió salvar trance de quiebre. Mas al calentar el brazo, lo del gran balear fue impactante y dejó al galo muy desarmado, expuesto y demasiado pendiente de algún bombazo salvador.
Nadal aceleró, jugó profundo y esquinado y en el séptimo juego quebró el servicio de su rival cuando falló una volea. El público, mayoritariamente a favor del español comenzó a alabarlo en carradas de aplausos y ovaciones que fueron adornando la tibia noche miamense. El manacorí se colocó 5-3 y luego con certeros envíos dejó al galo 0-40. Perdido el francés, sin orden, sin variantes tiró de manera nimia una dejada a la malla y así Nadal ganó el set por 6-3.
La imagen de Tsonga caminando con mirada ida hacia su silla, era la síntesis del desconcierto, la falta de método y la destrucción que realizó el español con un vertiginoso ritmo imposible de contener.
Continuó la tortura para el negro galo que soportó un nuevo quiebre en el segundo juego y luego el español se colocó 3-0. En el quinto juego el francés tuvo una dos bola de rotura pero mostró poca cabeza intentos de potencia sin adecuada técnica y todo se le diluyó cuando el balear se afirmó, retomó la buena senda caminada hasta entonces y con un buen saque se situó 4-1.
La algarabía en las gradas seguía coronando al español, adorado en Key Biscayne como nadie. Todos quieren ser como él muchos llevan sus ropajes, calzan sus zapatillas y hasta gritan ¡vamooous! cerrando el puño. El manacorí fue a buscar más sobre el servicio de su adversario, ya muy entregado, esclavo, no por ser negro, sino por lo oscuro de su propio juego. El francés quedó 15-40, peleó parecía que ganaba y descontaba pero el español se prodigó fue a la esquina a buscar una bola casi imposible de contestar pero llegó y le pegó increíble pasando a su adversario que nada pudo hacer y ganando el partido.
Victoria sin demasiado trabajo para el manacorí que reafirmó que está en carrera al título.
Con este resultado el español supera la faena de 2009 en Key Biscayne donde fuera eliminado en los cuartos de final por Juan Del Potro.
Este match que permite a Nadal desde el próximo lunes asegurarse el puesto 3 en la ATP, marcó un nuevo récord de público con 13.580 espectadores en el Crandon Park.
El viernes Nadal enfrentará en semifinales al estadounidense Andy Roddick, 6° favorito que previamente superó a Nicolás Almagro por 6-3 y 6-3.
Nadal y Roddick se han enfrentado 7 veces y el balear está 5-2.