DAVID CREUS CARRASCO
Es indiscutible y sería necio por mi parte no reconocer que los hay de todos tipos. Buenos, malos, menos buenos y no tan malos.
En una cosa si deben coincidir todos, para dedicarse a la enseñanza de la competición juvenil, » amor y la pasión por enseñar tenis», unido al máximo respeto por los niños que se ponen delante para que les enseñemos tenis, sin olvidar a los padres que confían en nuestros conocimientos para que formemos parte de en la educación de sus hijos.
No discutiré esa parte que mi persona no supo interpretar llamada negocio. Recuerdo las palabras de un papá hacia mi persona que me decía: David, si cobras poco eres mal entrenador ,si cobras mucho bueno y respetado.
Para mi persona el respeto es otra cosa, el ser bueno o malo me lo dice los ojos de los niños a los que enseñé tenis. En mi etapa de alumno, mi maestro me educó en el esfuerzo mutuo, el del alumno y el de los padres. Se hacía un verdadero equipo. Escuchar aquello en ese momento me sorprendió, ni lo compartí ni lo comprendí.
Tal vez es lo que me tiene ahora fuera de la pista, solo creo en proyectos donde el niño es el único protagonista. Solo puedo trabajar con una escuela valiente o padres que estén convencidos del proyecto que les pueda presentar. Sin que para llegar a esos resultados que se buscan, el niño tenga que suprimir de su vida la sonrisa. Se puede jugar muy bien al tenis sonriendo y al tiempo ser serio. Simplemente es necesario marcar los tiempos y dialogar mucho con el corazón del niño.
En mi paso por la enseñanza » algo más de 25 años» descubro que amo este deporte porque cada día me enseña algo nuevo. Nunca un monitor de tenis se debe sentir formado, ni vestirse de ganador. Eso puede provocar que rompamos sueños de personitas que confían en nosotros para enseñarles a jugar al tenis. En ese aprendizaje por ser mejor monitor y persona, sin abandonar mi raqueta, me tropiezo con una batería de preguntas que nadie me suele saber responder, simplemente me dicen que las responda yo, alegando que cuando escribo no suelo dar respuesta a lo que expongo. Tal vez tengan razón, esta vez intentaré que no sea así.
Conocer las respuestas a esas preguntas me da la impresión que son la base de una verdadera buena enseñanza del tenis.
Ahí van mis preguntas, sin pretender ser comprendido, miren de responderlas y tal vez se darán cuenta de lo que es la enseñanza del tenis y competición juvenil y digo solo tal vez.
¿Por qué en la actualidad los niños cambian tanto de escuelas?
Se dan respuestas complacientes al entrenador, que vamos a dejar, pero me temo que la realidad no es otra que los resultados del niño.
¿A qué edad debemos priorizar los resultados del niño?
Lo debería marcar la evolución de los proyectos unido a la madurez en todos los campos de este deporte, que son muchos del alumno. Ello nos dirá si dichos proyectos se tiene que retocar. Lo cual decidirá el entrenador.
De lo que estoy convencido es que nunca antes de los 16 años se debería cambiar de escuela si el niño es feliz. Digo feliz, no si gana o pierde. O bien, si el entrenador hablando con los padres le busca un lugar más apropiado por su nivel. Entrenadores honrados existen. Confíen en quien haga feliz a su hijo, no en quien les diga que tienen un campeón en casa.
Tengan en cuenta que en la actualidad con 8 años ya se puede competir. Si a esa edad damos prioridad a los resultados, ¿creen que el niño lo comprenderá en un deporte que siempre se pierde?
¿Alguien cree que un niño desea perder un partido de tenis?
Se suele decir que no, que solo se pretende por los progenitores que sus hijos se diviertan.
Si es así , no comprendo reacciones que veo en las pistas por parte de padres, incluso entrenadores, cuando el niño pierde. Reacciones que son irracionales y hacen creer al niño que han decepcionado a quien ellos tanto quieren.
Escucho; y me gustaría que fueran casos aislados, o bien equivocarme muchísimo y en estos 25 años por las pistas solo yo lo he visto:
No se ha movido. No ha entrado una bola. Mi hijo no sabe sacar. Es un vago y sigue y suma. ¿Se plantean que eso no tal vez tiene una explicación sin tener nada que ver con lo que se dice? Eso se llama miedo, bloqueo, inseguridad. ¿Qué ocurriría si le explicáramos al alumno que esas sensaciones existen y cómo afrontarlas?
Les ocurren incluso a los grandes tenistas ya consagrados.
¿Por qué los buenos resultados no dan tranquilidad para trabajar a los entrenadores?
Porque por parte de los papás y aquí soy claro, se desea siempre más. Un buen resultado hace olvidar un buen proyecto. He visto niños con ese buen resultado en el bolsillo, que abandonan el tenis por la presión añadida que eso les supone. Y no pocos niños.
Si gana es malo para el entrenador. Si pierde también.
Aconsejo, si es que puedo aconsejar algo y muy humildemente ,que se crea en los proyectos que evolucionen el juego del niño para hacer que tenga soluciones en la pista. Y eso lleva algún tiempo y mucha paciencia por parte de todos, el ritmo lo marca siempre el alumno. Y no lo duden, requiere aprender de las derrotas que vendrán incluso jugando bien al tenis, pues un proyecto completo en este mundo del tenis está lleno de variaciones en el juego del niño o niña.
En un futuro, aquellos niños con más soluciones en la pista, serán difíciles de derrotar y un placer verles jugar.
Si miramos el tenis que nos muestran los grandes de la raqueta, podremos ver que el dominio de la red es absolutamente necesario, que las superficies cada vez son más variables con un tenis mucho más rápido de jugar.
Eso requiere agilidad mental con un extenso abanico de recursos perfectamente asimilados, técnicos/psicológicos/tácticos y físicos.
¿Complicado verdad? , pues imaginen si eso lo pedimos al alumno con 8 años.
En la actualidad mirar un torneo de tenis decepciona un poco. Buscando el resultado, la línea de fondo parece que sea una línea que marque de donde no debemos salir. Veo maravillosos golpes que se pierden por quedarnos en el fondo de la pista pensando que así aseguramos mejor el punto.
Pregúntense ¿porque niños con grandes golpes de fondo, no ven en la red una manera de ganar puntos? Prefieren defenderlos desde el fondo.
El dominio de la red, control de las emociones y asimilación de diferentes armas para cambiar el juego estando dentro de la pista trabajadas en los entrenos, así como la interpretación de lo que está ocurriendo en el partido, tal vez y digo tal vez, dará más opciones a cumplir el difícil sueño de la mayoría de niños, si se dan todas las circunstancias que se necesitan tanto las que uno controla como las que no se controlan, para ser tenista profesional. Y si no se consigue, estoy convencido de que los niños se divertirán muchísimo y aprenderán a amar este deporte. Evolucionando en la formación de monitores de tenis con otros conceptos, que no sean la victoria.
Todo esto unido a creer en los proyectos con los ojos cerrados, tengan en cuenta que lleva a sacrificar resultados y se debe estar preparado para ello. Aunque una vez completado el proyecto, me temo que el niño que ya no será tan niño y tendrá muchísimas soluciones dentro de una pista. Luego veremos si se gana o no, eso nadie puede asegurarlo, los rivales también suelen jugar.
En Catalunya fuimos pioneros en un sistema de entrenamiento diferente hasta que nos abrazamos a las victorias, y el resto de comunidades aprendieron de nosotros tanto lo bueno como lo malo. Esto está haciendo que en la actualidad, la igualdad en la enseñanza entre comunidades sea una realidad. Incluso Catalunya ha perdido peso en cómo se debe crear un buen proyecto, aquellos que en su día funcionaron, hoy son obsoletos. Ahora, solo se trabaja con aquellos que ya generan el resultado.
¿Por qué los papás hacen de entrenador?
Se dice que eso es falso. Y salvo excepciones, porque las hay en todas partes, creo que a un padre le cuesta confiar y ceder el mando de una parte de la formación de sus hijos. En este caso para que les enseñemos tenis.
Todos están convencidos de que su hijo es el mejor. Y esto incluso es muy lícito, aunque mentira. Como padre de una niña que jugaba a tenis que soy lo puedo comprender, ver perder a un hijo no es fácil. Pero eso no puede hacer que perdamos la lógica de todo deporte y el objetivo del ser humano de hacer deporte.
Cuesta ver a nuestros hijos dentro de la pista sufriendo, nadie desea ver que sufren aquellos que tanto queremos. De ahí viene la irrealidad de los actos que en ocasiones se ven por parte de los padres, o frases como antes mencionaba: Yo solo deseo que mis hijos se diviertan. Eso complica el trabajo del entrenador. Si fuéramos honestos todos, sabríamos a qué atenernos y sería más sencilla y fluida la comunicación entre todos, con lo cual el gran beneficiado sería el niño o la niña.
¿Ayudan los monitores a que un niño termine su formación en la escuela de siempre?
- Tenemos ejemplos de que jugadores top, siempre han estado con sus entrenadores de toda la vida, o incluso regresaron a ellos.
- Yo tengo la teoría: es que en la parte psicológica, solo el entrenador que mira al corazón del niño puede resolver según que conflictos. Pero solo es una teoría personal y tal vez equivocada. Aunque en charlas la defiendo.
- Aquí está la madre de todo. No interesa a los monitores que eso sea así. Y dejo muy claro que no todos los monitores son iguales.
Lo argumento: Cada vez existen muchas más escuelas de competición juvenil. ¿Por qué?. En primer lugar porque la palabra competición es dinero. En segundo lugar porque el hecho de pegar bien una pelota de tenis o haberla pegado bien, hace que al terminar la carrera de jugador ya tengamos entrenadores de tenis.
¿Les gustarán los niños?. Clave para la enseñanza, o tal vez son los niños los que deben estar agradecidos de poder entrenar con fulanito o menganito. Tercero, porque los resultados y volvemos a los resultados de un jugador nuestro, lo podemos vender para beneficio de nuestra escuela y hace que crezca.
Hemos dejado de agradecer a todos aquellos monitores de clubes pequeños, que un día cuando el niño aun no podía con la raqueta, les enseñaron lo que era el tenis.
Esos entrenadores que marcaron la base de esos niños son los grandes olvidados y de forma muy injusta.
Ahora hemos dejado de vender proyectos. Vendemos resultados. Y eso tiene un precio con independencia de la edad, el económico lo pagan los padres, el psicológico los niños.
¿Qué ocurre pues? Que te acercas a un torneo y ves como monitores vienen de pesca. Buscan a los padres y les ofrecen propuestas o venden que si su jugador ganó esto o lo otro y eso hace que el padre, ante la más mínima duda, ya tenga el teléfono de otro grabado en el móvil.
Eso hace imposible unificar criterios en la enseñanza y lo más increíble, federaciones que ahora crean escuelas de pago para quien desee aprender tenis .
Eso significa que cualquier niño que lo desee puede acceder a una de las escuelas de la federación.
Y yo, tonto de mi, siempre creí que las federaciones estaban para ayudar a los clubes o grupos de competición en sus instalaciones, que de alguna manera, pagan todos sus asociados. Me equivocaré otra vez, esta práctica me suena a competencia con los clubes. Comprendo potenciar a jugadores, no tanto crear escuela propia. Ya me lo decía mi abuelo: David no todo es como parece. Por ello acepto mi error si es que en esto me equivoco, pero nadie me sabe responder los correos cuando uno intenta acercarse a comprender.
Y termino con las niñas, esta vez las dejé para el final porque sobre ellas solo deseo hacer una reflexión personal para quien pueda leer esto.
No hablaré de mi hija cuando jugaba, solo una pequeña mención, gracias Idá por jugar al tenis. Ahora practica Básquet y parece feliz.
Cuando vi el distanciamiento y trato de diferencia sobre ellas, pensé que eso no podía ser posible.
Sé que vivimos un machismo exagerado y peligroso por camuflado. Luego recibí una luz de esperanza, se creó la primera escuela de competición solo femenina. La señora Carmen Perea junto a Ramón Sanromá, valientemente plantaron cara a todo un sistema obsoleto que desprecia el esfuerzo de las niñas o lo distancian del agradecimiento que merecen respecto a los chicos.
Ahora me he propuesto regresar al tenis, no sé cómo o lo que se me ofrecerá, charlas, pista, no lo sé, pero si puedo asegurar que una de mis luchas es y será, la defensa de las niñas que deseen practicar este deporte con indiferencia de que yo trabaje con unos o otros.
Las mismas jugadoras españolas que representan al tenis femenino por todo el mundo, son maltratadas por su federación o si no maltratadas les incumplen una y otra vez lo pactado.
Señores aficionados, entrenadores, federaciones o simplemente amantes del tenis. LAS CHICAS QUE PRACTICAN DEPORTE, sacrifican lo mismo o más que los chicos. EMPECEMOS A CAMINAR POR VENCER TÓPICOS, las generaciones siguientes no deberían encontrar a ningún loco como soy yo que escribiera nunca más que esto ocurre.
Acudamos a los actos deportivos de las chicas, que la prensa les dé el espacio que merecen y que si existe un dios por ahí arriba o donde sea, que deje de crear diferencias entre sexos. Si yo veo esto, prometo que dejaré de fumar.
NOTA; Amo el tenis, me ha dado lo poco que soy en esta vida. La manera que tengo de agradecer al tenis lo que me enseñó como ser humano, es luchar con mi raqueta por mejorarlo de alguna manera. Aunque no esté bien vista ahora la experiencia, a mi me permite agradecer al mundo de la raqueta lo poco que sé de este deporte. Pero seguiré aprendiendo de mis errores.
David Creus ( Monitor de Tenis)