El Club de Tenis Valencia ha dado un paso cualitativo y cuantitativo en esta temporada, al organizar el tercer evento doble más importante de España, de los cuatro existentes.
La centenaria entidad no sólo ha recuperado su clásica Copa Faulcombridge, que creó en 1933 y llevaba 20 años sin lucirse, en forma de ATP Challenger 90; sino que ha elevado su torneo internacional femenino a la categoría de 80.000 dólares más hospitalidad.
Ese ITF Ciudad de Valencia alcanzaba sexta edición, recuperando las fechas originales de noviembre y siendo la tercera competición de mayor rango en España, dentro de esta división femenina.

Debido a la categoría del evento, a la capital del Turia acudieron jugadoras procedentes de veinticuatro naciones de África, América, Asia y Europa, con lógica mayoría de españolas, con nueve representantes en cuadro final, seguidas de cuatro francesas y tres italianas.
Ana Salas volvía a dirigir un torneo en el que las ocho primeras cabezas de serie, originarias de seis países, se situaban entre los puestos 82º y 135º del ranking mundial.
Nueve eran las tenistas anfitrionas que accedían al cuadro principal, Cristina Busca y Rebeka Masarova, como cabezas de serie 2 y 8, y Aliona Bolsova, Marina Bassols, Leyre Romero, Jessica Bouzas, Andrea Lázaro, Irene Burillo, y Claudia Hoste, quien superó la fase previa.

En una competición en la que sólo tres cabezas de serie alcanzaron los cuartos de final, fueron también tres las españolas que llegaron hasta esa antepenúltima ronda.
La valenciana Romero chocó con la gerundense Bassols, que protagonizó otra excepcional remontada en el segundo set para meterse en semifinales. Y la pontevedresa Bouzas batalló contra la número uno del torneo, la alemana Tamara Korpartsch.
Jessica cuajó un buen primer set, con golpes que llegaron a desbordar a la tenista de Hamburgo, pero la firmeza y regularidad de ésta le llevaron a semifinales.
Coincidiendo con la jornada de cuartos de final individual, se decidía el título de dobles, de donde salieron claras campeonas la suiza Ylena In-Albon y la española Cristina Bucsa.
Curiosamente, la helvética había eliminado a su compañera de dobles en primera ronda del individual, pero formaron tándem ganador por parejas.
Las otras semifinalistas individuales fueron la propia In-Albon y la estadounidense Alycia Parks, que desarboló con sus servicios a la tercera cabeza de serie del torneo, la francesa Oceane Dodin, quien acabó abandonando por lesión.
De manera que para buscar una plaza en la final compitieron In-Albon y Parks y Korpatsch y Bassols.

Tras incertidumbre y retraso del partido por indisposición de la suiza, finalmente Ylena pudo entrar en pista y desarmó a la potente tenista de Atlanta, que había partido como séptima preclasificada. El siempre completo juego de In-Albon le procuró alcanzar la final de Valencia.
Por el otro lado, ya bien entrada la tarde y con el termómetro desplomándose y la humedad rozando el 90%, entraron en faena Tamara y Marina.
Empezó bien la alemana, pero a la que cogió revoluciones la española, Korpatsch comenzó a desquiciarse, de manera inhabitual y, aunque plantó batalla, se encontró con una Bassols que la dominaba de derecha y, mucho más, de revés.
Marina sacó del cuadro a la número uno, con plena solvencia, y se metió en una final, que tendría que disputar sólo 14 horas más tarde.

Otra mañana espléndida en la hermosa pista central del Club de Tenis Valencia servía de marco para la final femenina entre la suiza In-Albon y la catalana Bassols.
Marina volvió a sacar su mejor tenis y en el séptimo juego pudo decidir el primer set, pero se retrasó hasta el décimo.
En la segunda manga, la tenista de Blanes ofreció tal recital con múltiples reveses -cruzados y paralelos- ganadores y dejadas antológicas, que impidió que su rival estrenara el marcador.
Pese a la derrota, Ylena sumó 80 puntos para escalar más de 20 puestos en la clasificación, debido a la dotación del Ciudad de Valencia de este año.
Y Bassols lograba, de este modo tan brillante, ganar su torneo más grande -tercero de esta temporada- y sumar 130 puntos que le catapultaron más de 40 posiciones en la clasificación, hasta llegar al puesto 121º del mundo, su mejor ranking.
El nivel y la categoría, tanto del ITF femenino como del ATP Challenger valenciano, ha situado acertadamente en el calendario mundial al evento del Club de Tenis Valencia.
Con Pablo Andújar asumiendo la dirección del nuevo ATP Challenger 90, renacía una Copa Faulcombridge que llegaba así a su edición número 64, y después de veinte años de paréntesis, tras la ganada por David Ferrer en 2002.
Al torneo se presentaban tenistas originarios de veinte naciones de África, América, Asia y Europa, con nueve españoles y ocho italianos en el cuadro principal, por delante de la representación de serbios, franceses y portugueses.
El anfitrión Bernabé Zapata no pudo lucir su condición de número uno por lesión, pero Roberto Carballés y Carlos Taberner eran locales entre los siete cabezas de serie, de seis países, que se ubicaban entre el puesto 77º ATP del propio Carballés y el 176º del italiano Luciano Darderi.

De los doce españoles que había en la previa, se clasificaron Álvaro López, Javier Barranco y Pablo Llamas, que se sumaron a los seis existentes en el cuadro final: los mencionados Carballés y Taberner, Nicolás Álvarez y los tres wild cards, Nikolás Sánchez, Daniel Mérida y el local Carlos López.
La competición fue tal, que a los cuartos de final no llegó un solo cabeza de serie; sin embargo, tres jóvenes españoles alcanzaban esa ronda.
Al almeriense Barranco le tocó jugarse el pase a semis con el campeón de Roland Garros junior del año pasado, el francés -de origen belga- Luca van Assche, que dominó bien el primer parcial.
En el segundo set, el español, pese a su lesión en la mano, se entonó, desplazó bien a su rival y lo llevó al tie-break, pero Van Assche resolvió, en lo que era su primer segundo set completo, ya que en los dos anteriores se retiraron sus rivales, Collarini y Carballés.

Al tenis de casa aún le quedaba una baza para colocar semifinalista, la que se jugaron el valenciano López Montagud y el jerezano Llamas Ruiz.
El andaluz empezó muy fuerte, bien apoyado en servicios y derechas y se llevó el set inicial. En la segunda manga, López empezó a contrarrestar a Llamas, aunque no logró rematar y Pablo consiguió meterse en unas buenas semis para sumar 33 puntos ATP.
Por la parte alta del cuadro habían ganado su acceso a penúltima ronda el serbio Nikola Milojevic y el ucraniano Oleksii Krutykh.
Milojevic mostró su solvencia en la primera manga, pero, como ya había hecho en el partido anterior, Krutykh protagonizó una más que interesante remontada. Y quien había entrado en el torneo como suplente, alcanzó la final.
Llamas, por su parte, comenzó como en cuartos, exhibiendo un potencial y golpes incontestables, encandilando al público, y ganó el primer set. Después, vino la lógica reacción de un completo Van Assche que igualó el encuentro.
Lo peor fue que sobrevino la lesión del andaluz en su muslo y, roto de dolor, Llamas mostró el pundonor de un deportista ejemplar y completó, como pudo, un set que sabía perdido ante el joven francés, de actitud encomiable.
La misma jornada de las semifinales individuales incluía la disputa de la final de dobles, en la que volvía a aparecer Krutykh, junto al español Oriol Roca. Oleksii y Oriol ganaron en dos sets y lograron el título, tercero en lo que va de año para el catalán.
A la lucha por los 90 puntos ATP del campeón individual acudieron el francés Van Assche, a sus 18 años, y el ucraniano Krutykh, de 22 años.
El tenista de Kiev no parecía dispuesto a sufrir como en todos sus partidos anteriores y salió con una velocidad más que el francés. Mucho más contundente en sus golpeos por ambas bandas, y seguro con su saque, descuadró el juego de Luca y cerró pronto el primer parcial.

Oleksii siguió sumando juegos de manera eficiente, impidiendo que Luca estrenara su marcador en el set final, hasta ganar el segundo Challenger individual en su carrera, y el más preciado.
El ucraniano cerraba así una semana de ensueño, pasando de suplente a campeón en sólo seis días, y alcanzando su mejor ranking mundial, tras ascender 62 puestos por el éxito valenciano.
Como es habitual en las organizaciones del Club de Tenis Valencia, siempre hay eventos inclusivos; en este caso una ilustrada clase de tenis en silla de ruedas y para discapacitados visuales, que volvió a tener como protagonista a la laureada jugadora Lola Ochoa, junto a niños del club.
El colofón de este doble acontecimiento mundial de tenis, lo constituyó una común ceremonia de premios donde coincidieron Bassols, In-Albon, Van Assche y Krutykh junto a los directores Salas y Andújar y las autoridades deportivas y federativa locales.
Bassols reconoció: “Estoy sin palabras, me siento muy feliz. Es el éxito del esfuerzo de todo el año, y creo que estoy preparada para competir más arriba”; mientras que Krutykh aseveró que “esta ha sido una maravillosa semana para mí, creo que la mejor de mi vida. Estoy muy contento, creo que he sacado mi mejor tenis en la final y con un marcador fácil. Esta es una de las mejores organizaciones del Challenger Tour, en las que yo he estado. La gente que ha preparado este torneo ha hecho un gran trabajo, me ha encantado estar aquí”.
Galería de imágenes 64ª Copa Faulcombridge ATP Challenger y VI ITF Open Ciudad de Valencia – Club de Tenis Valencia
Fotos: Goyo Ybort