Los gritos de «C’mon» de Roger Federer encendían a los espectadores de la Caja Mágica.
ADRIÁN BLANCO / MADRID
Al igual que Ferrer conseguía lo propio peleando cada bola, devolviendo bolas cargadas de intención a su rival Nova Djokovic.
Aunque fuese de modo poco ortodoxo, como en una volea que midió mal, sin embargo y por fortuna pudo reaccionar a tiempo y golpearla de espaldas a la red. Nole, muy activo durante todo el partido, colocaba una derecha en la esquina de fondo de la pista. ¡Qué intensidad!.
Pero cuando el griterío cesa, la pista central Manolo Santana comienza a vaciarse y las luces se atenúan, el cansancio hace mella tras más de una semana siguiendo el torneo.
Unos cuartos de final de infarto y si a eso le unimos el torneo de prensa de esta mañana, prácticamente un día entero en las pistas de polvo de ladrillo del recinto. Por lo que ahora a la noche, los párpados pesan y la imaginación vuela al hipotético desenlace de las semifinales de mañana, sobre todo al partido entre Rafael Nadal y Roger Federer. ¡Que no se lo pierda nadie!