La Copa Sevilla ATP Challenger del Real Club de Tenis Betis fue, en su 59ª edición, un evento muy especial que protagonizó Roberto Carballés de principio a fin.
El tenista granadino, que aterrizó en Sevilla como 80º del mundo y con más de 70 victorias ATP, comenzó por intervenir en la interesante charla-coloquio sobre coaching y psicología junto al entrenador Pepe Imaz. Después, sería uno de los cinco jugadores del Challenger -con Martínez, Delbonis, Barranco y Sánchez- que ofrecía el exitoso clinic para jóvenes.
Estos actos se integraban en el completo programa de la Copa Sevilla como preámbulo del sexagésimo aniversario que prepara el R.C.T. Betis, en el que será el 95º aniversario de la entidad.
Entre los acontecimientos complementarios de esta edición también se incluyó un torneo nacional femenino IBP, que ganó la cordobesa María José Luque a la malagueña Lorena Solar, una mini exposición de raquetas Slazenger de Orantes y de Nadal en miniatura y, con la colaboración de Dunlop, un divertido torneo exprés con los benjamines de la escuela del club y el espléndido torneo de periodistas que ganó nuestro compañero Carlos Mansilla (www.lawebdeltenis.net) a José María Villalba (Canal Sur), siendo la vencedora de la final femenina Lucía Moya (Vinteon TV) ante Ana Mencos (ABC).
A la 59ª Copa Sevilla, noveno Challenger del Tour en España y uno de los de mayor historia en el mundo, acudieron tenistas procedentes de 27 nacionalidades de América, Asia y Europa, lo que suponía récord de banderas, y entre ellos especial protagonismo español, algo que validaba la firme apuesta de la RFET con la multiplicación de eventos.
Nueve fueron los jugadores de casa en la fase previa y otros tantos en el cuadro final, en el que los cuatro primeros cabezas de serie eran tres valencianos Pedro Martínez (54º del mundo) -vigente campeón del torneo-, Bernabé Zapata (79º) y Carlos Taberner (116º), y el andaluz Carballés (80º), finalista de la edición precedente.
Hasta seis tenistas anfitriones entraron en los octavos de final: Zapata, Carballés, Taberner, Nikolás Sánchez, Javier Barranco y el junior Daniel Mérida, procedente de la previa. Lástima del sorteo que emparejó en primera ronda al campeón en título, Martínez, con el de 2018, Kimmer Coppejans; partido del que salió triunfador el belga en tres mangas.
Igualmente, en treintaidosavos de final cayó el neoyorquino, de padres madrileños, Nicolás Moreno de Alborán, pues, aunque tenía el partido empatado a un set con el sexto cabeza de serie, el argentino Federico Delbonis, fue descalificado por una supuesta ducha en el vestuario -entre segundo y tercer set- para sacarse el albero de las nalgas, después de una caída en pista. Hecho que su rival puso en conocimiento del supervisor y sacó del cuadro a Moreno, eso sí, ante la inmensa decepción del numeroso público que asistía a un auténtico partidazo.
El propio Delbonis también eliminó a Sánchez en octavos, para luego caer ante un Carballés sublime en cuartos de final.
En octavos se despidieron Taberner, que sucumbió frente al renacido polaco Jerzy Janowicz en un ajustadísimo encuentro a tres sets, con 7-6 (8) en el tercero; el almeriense Barranco hubo de abandonar en el sexto juego del segundo set -por mareo- ante el kazajo Timofey Skatov; y Mérida cayó 7-6 en el tercer set ante un Coppejans al que había apabullado en la primera manga y al que tuvo 5-3 y 6-5 en la última.
Mientras, Carballés y Zapata exhibían un tenis sin fisuras y pisaban muy firmes sobre el característico albero sevillano y ante rivales reveladores. Ambos superaron en semifinales al argentino Facundo Díaz y a Skatov, cediendo sólo 2 y 3 juegos respectivamente; como en cuartos había hecho Bernabé ante el húngaro Fabian Marozsan.
En una final inédita y brillante, entre el 79 y el 80 del mundo (que ya se habían medido en los octavos de final aquí hacía cinco años, con triunfo de Roberto), el granadino mantuvo su consistencia y buenos golpes, desesperando al valenciano, hasta levantar el preciado giraldillo, adjudicarse los 90 puntos ATP e incluir su nombre en el palmarés de ilustres andaluces, junto al de Orantes (1966) y Davidovich (2019).
En la sencilla pero elegante ceremonia de premios, característica del Real Club de Tenis Betis, intervinieron el propio presidente de Andalucía, el responsable de Deportes de Sevilla, los presidentes de federación regional y club organizador y el director de la Copa Sevilla.
Carballés reconoció: “Me hace mucha ilusión ganar este torneo, en un club en el que llevo jugando desde pequeñito. Muy contento por sumar 90 puntos, que vienen muy bien para subir posiciones, pero, sobre todo, con lo que más contento estoy es con el nivel de juego a partir de cuartos de final, del partido con Delbonis; la verdad es que di un salto de calidad. La oportunidad que tenemos con tantos torneos en casa ya se ve, que en casi todos hay un campeón o subcampeón español, y eso ayuda mucho a todos los jugadores, no sólo a los que estamos un poquito más asentados, si no a los que vienen por detrás para que sigan subiendo puestos y puedan ir acercándose al top 100”.
Hubo, no obstante, otros dos finalistas españoles en esta especial Copa Sevilla, pues Nicolás Álvarez y Alberto Barroso se midieron por el título de dobles con los argentinos Facundo Díaz y Román A. Burruchaga, rozando la victoria hasta el desempate final.
Galería de Imágenes 59ª Copa Sevilla ATP Challenger
Fotos de Goyo Ybort, con la colaboración de Manuel Pérez (Prensa R.C.T.B.)