Después de superar los tiempos más agudos de pandemia, los derivados de la reciente erupción volcánica y las restricciones por Covid-19, el Club de Tenis La Palma logró celebrar la decimotercera edición de su Open de Tenis ‘El Príncipe’ con raquetas de madera, esto es, del torneo contemporáneo de mayor historia y continuidad en España que se disputa con este tipo de raquetas.
La competición, nacida como Copa Príncipe gracias a los pioneros socios de esta entidad en 2005, se disputó, como de costumbre, sobre hierba artificial para individual y dobles, y en formato liguilla; con el apoyo del bar Bahía y de Serhospal.
En esta ocasión, el C.T. La Palma invitó a participantes del Club de Tenis Valle de Aridane, de Tazacorte, toda vez que esta última entidad tuvo que interrumpir su actividad como consecuencia del volcán, pudiendo seguir con la práctica del tenis gracias al gesto del club próximo a la capital palmera.
Y fueron, precisamente, los tenistas invitados los que ganaron a los locales. Rubén Castillo se impuso en la final a Pablo Ramos. Y, en dobles, el mismo Castillo junto a Alejandro Ramos triunfaron ante dos clásicos del torneo como Pablo Hernández A. y Mario T. Rodríguez C.
Hernández y Rodríguez son, no obstante, los más laureados en la historia de la competición palmera con raquetas de madera, junto con Juan Andrés Báez H., y fueron campeones de la edición precedente; en el caso de Hernández por duplicado.
El jugador más veterano participante en la decimotercera edición del Príncipe fue Ernesto Sevilla (+60), quien tuvo el honor de protagonizar el partido inaugural del torneo ante otro de los veteranos habituales, el mencionado Rodríguez C., que acabó siendo semifinalista individual.
