Cierto es que se trataba de un certamen inédito en nuestro país, pero el esmero y la meticulosa organización de su promotor Juan Antonio Burges y del Real Zaragoza Club de Tenis 1907; así como la entidad de los asistentes y de las piezas mostradas, convirtió el primer Congreso Internacional Asociación de Coleccionistas de Tenis de España en un éxito pleno.
El programa arrancó con la bienvenida que Manuel Ferrer, presidente del Real Zaragoza C.T., Fernando Alonso, vicepresidente de la Federación Aragonesa de Tenis, y los fundadores de la Asociación, el mismo Burges e Igor Del Busto, ofrecieron a los intervinientes originarios de Francia, Polonia, Argentina (por vídeo), Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco.
La sucesión de ponencias rozó la excelencia, atrapando al público asistente de manera continua.

Grandes charlas impartidas por verdaderos amantes del tenis, tremendamente celosos con los detalles históricos, como el valenciano David Castelló, que se centró en la era pre-Open y el profesionalismo y en las raquetas ganadoras de grand slam; el catalán Jaume Busoms, quien expuso el nuevo proyecto de la elegante raqueta.net y se adentró en la simbología de las raquetas; el madrileño Juan Bornaechea ahondó en las raquetas hechas en España y la historia del tenis nacional, junto al vasco Del Busto y contando con la intervención del cántabro Miguel Ángel Martín, quien incidió en el origen del lawn tennis a través de una figura española; y el profesional industrial Fernando L. Ramiro, que pormenorizó sobre la vida completa de las pelotas de tenis.
Cautivaron al público, entre las piezas expuestas, las ganadoras de Roland Garros de Jean Claude Marty, otras singulares de Miguel Ángel Martín y la legión de Dayton y Hazell’s aportada por la mayoría de congresistas. También llamó la atención la raqueta argentina Cóndor metálica plateada cedida y sorteada por Martín Cora o una caja nueva de pelotas blancas de tenis. Y la exposición de la colección particular de Burges, que estuvo abierta al público durante varios días.

La organización del Congreso cuidó cada detalle, con obsequios de bienvenida a todos los intervinientes, incluso gestionando que la alimentación fuera una auténtica degustación de alimentos de Aragón. El evento fue posible gracias al empeño personal del propio zaragozano Burges y a la colaboración del Real Zaragoza Club de Tenis 1907, Lacasa Abogados, Federación Aragonesa de Tenis, PascalBox, Adidas, Zaragoza Congresos y Bas Contenido Digital.