Carlos Alcaraz Garfia ya asistió a la tercera ronda de Roland Garros. Fue el sábado 30 de mayo de 2015, cuando Carlos se acomodó en la tribuna René Lacoste de la Philippe Chatrier para ver el partido de tercera ronda entre Richard Gasquet y Kevin Anderson.
Esa entrada formaba parte del premio de haber disputado el acreditado Longines Future Tennis Aces, conocido como el Roland Garros sub-13, en Paris.
Alcaraz, como los otros quince mejores niños de otros tantos países del planeta, no pudo ver a Rafa Nadal, porque ese día el encuentro del mallorquín frente a Andrey Kuznetsov lo programaron a la misma hora en la Suzanne Lenglen.
El jugador murciano de El Palmar, con 12 años recién cumplidos, asistió al prestigioso evento sub-13, coincidente con la primera semana de Roland Garros, para representar a España. Alcaraz llegaba a Paris justo después ganar el Mutua Madrid Open sub-12 y el torneo internacional sub-12 Tennis Europe Guillermo Vilas (del circuito ITF) en Palma de Mallorca.
En el Campo de Marte, a la sombra de la torre Eiffel, Carlos entró en la competición Longines frente al taiwanés Nan-Hsun Lin, al que se impuso por 5/4 (6), 4/0 para lograr su pase a los cuartos de final.
En la antepenúltima ronda, el español dejó boquiabierta a la concurrencia mundial, cuando desplegó un brillante tenis, con inagotable repertorio de golpes, para derrotar por 4/0 y 4/1 al polaco Maksymilian Kasnikowski y ganarse el acceso a semifinales.
Para pasar a la final, Carlos tenía que superar al chino Xiaofei Wang, de considerable envergadura y potencia; y lo logró en la primera manga tras remontar 0-2; pero en el segundo set afloraron los nervios. Wang hizo, casi de forma consecutiva, cuatro líneas que desesperaron a Alcaraz y que le sacaron de su esquema de juego. El jugador asiático, de sorpresa en sorpresa, acabaría ganando el torneo.
Pese a ello, el español salió de aquella semifinal como el jugador de mejores estadísticas ante sus rivales de Australia, China, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Hong Kong, Italia, Japón, Méjico, Polonia, Reino Unido, Rusia, Singapur, Suiza y Taiwán.
En aquel final de mayo de 2015, el entrenador de Carlos Alcaraz, Carlos Santos, dijo: “He visto a los dieciséis jugadores participantes, los mejores del mundo, creo que Carlos tiene muchos más recursos, dentro de un mismo punto es capaz de hacer siete golpes diferentes, algo inusual en los demás. Creo que, según pasen los años, Carlos va a coger fuerza, va a ganar en cuerpo, y si a lo que ya tenemos ganado le sumamos la fuerza, va a estar ahí. Cuando pase este disgusto, daremos valor a haber terminado entre los cuatro mejores. Tenemos suerte de que nos vamos midiendo cada año con niños mayores y es una oportunidad de la que no todos disponen, siempre nos comparamos con niños de más edad, lo que nos da más margen para seguir trabajando con él, que hay mucho por hacer”.
El alevín murciano, que reconoció su nerviosismo “por el ambiente, mucha gente mirándome, y por el torneo, porque si perdía ya no podría disfrutar de jugar en la pista de este Roland Garros sub-13”, salió satisfecho de la idéntica tierra parisina y dijo: “El torneo ha estado muy bien. La organización era muy buena, nunca antes había visto una igual. Antes había jugado con recogepelotas pero no de tanto nivel. Da gusto jugar con recogepelotas que saben hacerlo tan bien. Estoy contento con mi participación en el torneo, porque he disfrutado mucho. Coincidir con jugadores de otros quince países ha sido una experiencia muy buena y he hecho buenos amigos. Fuera de la pista lo hemos pasado muy bien. Me gustaría mucho volver a coincidir con ellos en algún torneo internacional”.
En aquel 2015, no tan lejano, Carlos Alcaraz decía en Directo a la T que sus principales apoyos eran sus padres y sus entrenadores Carlos Santos y Kiko Navarro, su patrocinador Postres Reina y “mi compañero Pedro Cobacho (a quien precisamente venció para asistir a Paris), que llevamos desde los 5 años juntos, entrenando y jugando torneos”.
También reconocía: “Me alegra mucho ver a jugadores españoles ganar en grandes torneos, sobre todo si es Nadal quien gana. Pienso que me gustaría, el día de mañana, poder disfrutar como ellos de esos momentos”.
Entonces, sus golpes favoritos eran “el revés cortado de Federer, y a mí me gusta golpear de volea, cada vez que tengo oportunidad de subir a la red”; y sus deseos: “Quisiera que todo el mundo se encuentre feliz y que no tuviera necesidades para alimentarse. Me gustaría ser una persona feliz, preparada y si me puedo dedicar profesionalmente al tenis, mejor. Seguir aprendiendo como jugador y deportista, no tener ninguna lesión y pasármelo bien, como hasta ahora”.
Hoy, justo seis años después, Carlos Alcaraz Garfia ha vuelto a sorprender en Paris.
Pero lo ha hecho después de su debut en Roland Garros junior, el 2 de junio de 2019, cuando tropezó en primera ronda ante el estadounidense Toby Kodat por doble 6-4; y del protagonizado ya en categoría absoluta de los Internacionales de Francia, en septiembre de 2020, cuando cedió en la fase previa frente al australiano Aleksandar Vukic (en 3 sets); eso sí, Carlos ya había llegado a Paris con 17 años, siendo el mejor sub-19 del circuito y el más joven de los 700 primeros de la ATP, y después de haber logrado su primer triunfo en el ATP Challenger Tour.
En la 120ª edición de Roland Garros, ya en 2021, el joven murciano ha vuelto a una tercera ronda, esta vez para disputarla.
Alcaraz superó la fase previa sin ceder un set y solo 11 juegos, ante el eslovaco Lukas Lacko (doble 6-3), el italiano Andrea Pellegrino (6-1, 6-2) y el chileno Alejandro Tabilo (doble 6-1).
Para seguir haciendo historia, el hoy pupilo de Juan Carlos Ferrero y su JC Ferrero Equelite Sport Academy, salió ganador de la ronda de 128 jugadores, al imponerse al valenciano Bernabé Zapata por 6-3, 2-6, 6-1, 7-6 (4). También de la ronda de 64 jugadores, al derrotar al 28º preclasificado del cuadro, el georgiano Nikoloz Basilashvili, en tres sets, 6-4, 6-2, 6-4.
Y el dieciochoañero murciano se metió entre los 32 mejores del grand slam de tierra para competir frente al alemán Jan-Lennard Struff, que venía de eliminar al número 7 Andrey Rublev y que acabó frenando a Alcaraz por 6-4, 7-6 (3), 6-2 el 5 de junio; esto es, exactamente un mes después de que alcanzara su mayoría de edad compitiendo en segunda ronda del Masters 1000 de Madrid ante Rafa Nadal.
Y Carlos se fue de Paris como el tenista más joven que pisó la tercera ronda de Roland Garros en casi tres décadas, como el más joven en ganar un partido (primera ronda) desde que lo hiciera Novak Djokovic hace 16 años; y siendo también el benjamín del top 100 mundial (94º ATP).