Veterano jugador vitoriano pluricampeón de competiciones locales, en individual y dobles, y vencedor del Campeonato Vasco-Navarro-Riojano por parejas. Habitual participante en el Campeonato de España de Veteranos (ahora +70), es el vigente campeón de España de dobles mixtos +65 (junto a Carmen Chillida) y semifinalista individual (2021). Deportista vinculado a la Peña Vitoriana Tenis Club con la que ha logrado títulos por equipos. Además, ha ejercido de psicólogo clínico -como profesional hasta su jubilación-, de responsable de Deportes provincial, y es socio de varias sociedades culturales del País Vasco. Ha publicado diversos artículos de psicología, antropología e historia, así como algunos libros.
¿Cuándo y por qué empezaste a jugar al tenis?
“Empecé a jugar al tenis a los 12 años, aunque la raqueta ya la había cogido en edad más temprana, pues mis padres se habían conocido gracias a que jugaban al tenis y por casa había alguna raqueta. Creo que también influyó que uno de mis amigos tenía una pista de tenis en su casa”.
¿Qué te gusta recordar y transmitir de sus inicios?
“Pienso que el tenis tiene una característica especial: dejan mucha más huella los errores o los fracasos que los éxitos y por eso requiere una especial capacidad de frustración. Recuerdo el partido que, con 16 años, jugué y gané a un tenista consagrado de Vitoria, que es muy recordado porque aún hoy se juega un torneo que lleva su nombre. Eso supuso un salto cualitativo para mí que me hizo pensar que podía competir con cualquier jugador de mi entorno. Pero fue durísimo ganarle, lo que se reflejó en el resultado: 8-6, 14-12. Por el respeto que yo le tenía, mi inconsciente me impedía terminar de ganarle y acabamos el partido a las 10:30 de la noche después de tres horas y media. Yo estaba muerto porque antes del partido había ido al monte con dos amigos y estuvimos andando todo el día”.
¿De cuál o cuáles de tus resultados deportivos estás más orgulloso? ¿Por qué?
“Los resultados que más me han satisfecho tienen que ver con los partidos que he planteado adecuadamente, los que me han costado más o con los que he tenido que superar alguna dificultad interna. Por ejemplo: a mí me cuesta mucho concentrarme y en la final de un torneo local importante (todavía no había estudiado psicología), estábamos en el tercer set en un partido duro. Me dí cuenta de que perdía la concentración e intentando recuperarla, no sé por qué se me metió en la cabeza el nombre “Pinto Balsemao” -que era un político portugués de la época, del que yo no sabía nada- y me lo repetía obsesivamente, pero, paradójicamente, me ayudó a concentrarme…y gané el partido”.
¿Cuáles son las virtudes esenciales que influyen en el buen juego de un veterano?
“Las virtudes que influyen en el buen juego de un veterano no se diferencian mucho de las de cualquier otro jugador, pero está claro que es indispensable saber dosificarse para evitar lesiones, ser perseverante, cuidarse sin exagerar ni obsesionarse y mantener la capacidad de disfrutar por el hecho de jugar, independientemente de los resultados. Siempre es importante, a nivel de competición, mantener la modestia y no subestimar nunca al oponente”.
¿A qué nivel se encuentra la organización de grandes acontecimientos de tenis en nuestro país? ¿Hay algún modelo de otro país que te resulte ejemplar?
“Yo creo que en nuestro país estamos a un altísimo nivel en cuanto a la organización de eventos tenísticos y no tenemos que envidiar a ningún otro país. De todos modos, me llama mucho la atención la organización de los torneos de Doha en Qatar y de Abu Dhabi. El primero ha sido considerado como torneo del año en cuatro ocasiones, y todo en un país sin tradición tenística, lo que hace pensar que con dinero puedes comprar incluso tradiciones”.
En cuanto a número de torneos ITF sénior que se celebran en España, respecto a otras potencias, ¿cómo valoras el calendario? ¿algún otro país que te resulte ejemplar?
“Los torneos ITF sénior de España están francamente bien y se ve que hay un esfuerzo por congeniar los calendarios para no sobrecargar. Quiero destacar la organización en Turquía de campeonatos sénior con gran éxito y atractivo”.
Si estuviera en tu mano, ¿de qué te gustaría dotar al tenis español y/o al tenis de futuro?
“Si estuviera en mi mano, organizaría en las academias cursos o incluso terapias para padres obsesionados que no les importa el sufrimiento de sus hijos con tal de que sean figuras. Intentaría también minimizar el impacto de la frustración de todos esos chicos que se separan de sus familias en edades tempranas para emprender una actividad apasionante, pero muy frustrante para la inmensa mayoría. En cuanto a instalaciones, creo que se hacen demasiadas pistas rápidas y pocas de tierra batida, porque cada vez los clubes atienden más al rendimiento económico, o a la subsistencia en muchos casos, como la Peña. Sigo viendo escaso apoyo institucional. Casi todo en el tenis es de índole privada”.
¿El tenis es un deporte clásico o admite variables para ganar como espectáculo?
“A mí me gusta como deporte clásico. Me gusta incluso que en Wimbledon sigan exigiendo la ropa de color blanco. Le doy importancia a la estética y hay que ver lo que abunda la horterada en los atuendos e incluso en adornos, tatuajes, etc. Estamos viendo cómo el tenis se adapta a algunos cambios en sus reglas, que creo son necesarios dada la dureza y cada vez mayor exigencia en la preparación de los tenistas y en su esfuerzo en las competiciones”.
¿Qué admiras o valoras más de un rival en pista o de un compañero de entrenamientos?
“Admiro en un tenista lo mismo que valoro en cualquier persona y cualquier actividad: educación, honradez y entrega”.
¿Puedes ordenar fuerza física, fuerza mental y calidad técnica?
“Fuerza mental, calidad técnica y fuerza física”.
¿Cuáles son las condiciones que ha de reunir un jugador-a actual para estar en lo más alto?
“En este momento, para mí, Carlos Alcaraz me parece un jugador paradigmático. Lo tiene todo: buenos golpes de derecha y revés de fondo de la pista, buena volea, saque eficaz, dejada espectacular y una movilidad fantástica. Pero, sobre todo, lo bien que sabe elegir el momento de aplicar los golpes. Cómo se adapta al contrario. Cómo supera la frustración de un error y pasa página enseguida. Todo esto se llama madurez y está claro que no se adquiere con la edad”.
¿Qué factores cotidianos tiene que reconvertir u optimizar el tenista para su mejor psicología, comportamiento y personalidad, dentro y fuera de la pista?
“Como cualquier profesional, no debe de hacer de su actividad lo único que gobierne su vida. Ha de tener otros espacios. El espacio familiar es muy importante. Ya lo vimos cuando se separaron los padres de Nadal y sus resultados se resintieron. Es importante que el tenis no se convierta en una obsesión patológica. Debe desarrollar otras aptitudes, otras aficiones y otros intereses. Mantener sus amistades y tener un ámbito personal sagrado. Que su vida no se convierta en un show público (estilo Kyrgios)”.
¿Cómo te has sentido en época de pandemia entrenando, viajando, en competiciones?
“Durante la pandemia todo ha sido más incómodo: los desplazamientos con permiso, el uso de mascarilla en instalaciones, la supresión de competiciones, las restricciones en el acceso a los clubes, etcétera. Yo he tenido una suerte relativa porque vivo en el campo y he podido hacer ejercicio”.
¿Qué dos o tres características de una raqueta resultan esenciales para el juego de un tenista? ¿Tu raqueta favorita?
“El grip, el equilibrio, la flexibilidad del cordaje y, cuando te vas haciendo mayor, el peso y amplitud de la cabeza. Para mí, la Wilson Ultra actual, aunque he de reconocer que la mayoría de mis triunfos de antaño los conseguí con una Snauwaert de madera”.
¿Superficie favorita?
“La tierra batida”.
¿Tu golpe favorito de ver (de quién)? ¿Y tu golpe favorito de ejecutar?
“Recuerdo con fascinación la volea de McEnroe y la de Sampras. Mi golpe favorito es el revés, tal vez porque, aunque juego con la izquierda, en realidad soy diestro de nacimiento. A los 4 años me electrocuté en la mano derecha y aprendí a usar la izquierda”.
¿Con qué jugador-a de la historia te hubiera gustado o te gustaría echar un buen peloteo? ¿Por qué?
“Me hubiera gustado jugar con muchos jugadores, pero si tengo que quedarme con uno, quizás Federer. Porque el golpe de Nadal, tan liftado creo que me resultaría muy incómodo, ya que a mí no me enseñaron a liftar. En mi época, el golpeo se hacía plano o cortado”.
¿Qué obra te gustaría poder hacer para ayudar a personas desfavorecidas o necesitadas?
“Supongo que te refieres a una obra asociada al tenis. En ese caso, me hubiera gustado hacer una escuela de alta competición muy humanizada y próxima al lugar de origen de los tenistas que allí se entrenasen, por lo mismo que he dicho antes. La dotaría de un buen equipo de psicólogos y muchos otros juegos y entretenimientos, así como de una buena biblioteca e interesantes actividades culturales: conciertos, conferencias, mesas redondas, etc. Como decía Saramago: el doctor me dice que debo hacer ejercicio físico, pero que yo sepa a los deportistas los doctores no les aconsejan que lean”.
¿Cuáles son tus ilusiones, personal y deportiva, de futuro?
“Llegar a jugar el Campeonato de España de + 85 y/o +90 y ganarlo, después de muchas eliminatorias y sin que se lesione ninguno de mis rivales (se ríe)”.