Jacobo Herrero Rico jugador madrileño que, actualmente, ocupa el puesto 184º del ranking nacional. Campeón de Embry Riddle, torneo por invitación de la liga universitaria estadounidense NCAA, en 2015. Fue vencedor en siete torneos regionales de Madrid en 2016. Antes, en 2009, ganó el Circuito Siglo XXI; y disputó la liga juvenil de Majadahonda de fútbol sala entre 2002 y 2004. Graduado de Rollins College en International Business y Economics.
¿Cuándo y por qué empezaste a jugar al tenis?
“Empecé a jugar al tenis con unos 5 años. Jugaba algunas tardes con mi padre, en un frontón que había al lado de la piscina de nuestra urbanización. Me gustó y empecé a ir a clases los fines de semana, en un polideportivo municipal de El Pinar de las Rozas (Madrid). Cuando cumplí los 8, nos mudamos a Pozuelo de Alarcón y empecé a jugar en el Club de Campo, que es donde he entrenado toda mi vida”.
¿Has practicado o practicas otros deportes?
“Sí, con 10 años entré en el equipo de fútbol sala del colegio St. Michael, de El Plantío. El año anterior, todos mis amigos montaron un equipo del cole, pero yo decidí no apuntarme porque coincidía con mis entrenamientos del viernes y algunos fines de semana con la liga. El segundo año cambié mis entrenamientos de tenis y pude apuntarme al equipo. Entrenábamos los viernes y jugábamos un partido los sábados y domingos por la mañana. Tuvimos bastante éxito el primer año, quedando segundos de la liga juvenil de Majadahonda y segundos también en la copa de fin de año. El segundo año, éramos alevines de primero y, aunque el resto de equipos fuesen mayores, recuerdo que quedamos bastante arriba también, quintos o sextos. Fueron dos años muy divertidos. Luego, me cambié de colegio y tuve que dejar el equipo. Fue entonces cuando me centré ya solo en tenis”.
¿Cómo has compaginado la vida de estudiante con la de jugador?
“En mi casa siempre se le ha dado prioridad a los estudios, por lo que mis entrenamientos y competiciones se han tenido que acomodar al horario escolar. Es una de las razones por la que nunca he viajado mucho fuera de Madrid para competir. En verano ha sido cuando más he viajado para jugar, sobre todo a Valencia, donde veraneábamos y siempre había algún torneo bueno durante las vacaciones. El resto del año salía del colegio a las 16:30 y me iba a entrenar. Los torneos solía jugarlos en Madrid los fines de semana, salvo alguna excepción en algún Campeonato de Madrid”.
¿Dónde entrenas? ¿Qué te gusta más de ese lugar o lugares?
“He entrenado toda la vida en el Club de Campo Villa de Madrid. Lo mejor del club es la gente. He conocido amigos geniales, con los que espero seguir jugando y viendo por el club mucho tiempo. Mis torneos favoritos siempre han sido los de por equipos, porque era una ocasión especial para juntarnos todos y echar eliminatorias, generalmente muy disputadas, que llevaban todo el día y eso nos unía mucho. No creo que haya disfrutado nunca tanto de la competición como lo he hecho en las eliminatorias por equipos con Rafa Ruiz, Juan Granell, Arturo Manrique, Ignacio Álvarez de Mon, Carlos Salto, Luis Lozano y muchos otros. Todo esto con Álvaro Chavarri de capitán, que nos apoyaba y animaba en todo momento”.
¿Quiénes han sido y son tus principales apoyos para seguir adelante?
“Mis padres siempre me han apoyado mucho, fuera y dentro de la pista. Es verdad que me hubiese gustado que me hubieran dejado competir en más torneos fuera de Madrid, pero me han llevado a todos los entrenamientos que podían. Mi padre ha sido mi entrenador también en los veranos que me iba a Valencia y volvía jugando mucho mejor. Me han dado todo el apoyo del mundo los años que he estado en Estados Unidos becado, siguiendo mis partidosdesde el ordenador y viniendo a visitarme muchas veces. Chavarri y Chema han sido también dos apoyos increíbles, ellos han sido mis entrenadores de toda la vida y todo lo que he mejorado y conseguido en las pistas de tenis se lo debo a ellos.
Más recientemente, mi entrenador Nacho Rodríguez ha sido un apoyo fundamental para mí. Al volver de Estados Unidos estaba ya listo para dejar el tenis, había tenido unos últimos dos años difíciles con lesiones de espalda y una mononucleosis que había durado varios meses. Estaba totalmente fuera de forma y sin motivación. Nacho me llamo y me convenció para volver a jugar y empecé a entrenar de nuevo. Pasamos unos meses de entrenamientos durísimos, perdí 13 kilos y volví a estar en muy buena forma física. Me costó mucho volver, sentirme bien y con confianza en la pista pero, tras mucho trabajo, lo conseguimos y ese mismo verano, el de 2016, conseguí ganar 7 torneos absolutos regionales. Nunca antes había ganado tantos torneos en un mismo año, y mucho menos en solo 3 o 4 meses. Volví a sentirme genial en las pistas de tenis y eso es algo por lo que siempre le estaré agradecido a Nacho y también a Chavarri, que también me estuvo apoyando y dando ánimos durante ese tiempo”.
¿Crees que, en general, está bien trabajado y resuelto el tema sponsoring en el deporte español de base o no de élite? ¿Alguna idea que aportar?
“Yo, la verdad, es que he conocido mucha gente con una proyección y un talento increíbles en los años que he competido, y muchos de ellos han tenido que abandonar por falta de dinero. El tenis es un deporte en el que, lamentablemente, se necesita mucho dinero para poder continuar creciendo y poder viajar a buenos torneos. Yo, por estos casos que he visto, no creo que el tema sponsoring esté todo lo bien trabajado que debiera, pero al mismo tiempo no tengo ni ideas ni soluciones para mejorarlo, así que tampoco creo que mi opinión, ni mi criterio, sean lo más válido para decir cómo de bien está esto trabajado en España”.
¿Qué opinas del trabajo que hacen los clubs y organizadores de torneos?
“La verdad es que este año, al volver de Estados Unidos y volver a competir por Madrid, me he quedado alucinado de la cantidad de torneos que hay en Madrid. No hay una sola semana en la que no se estén disputando dos o tres torneos en Madrid. Creo que eso es algo muy positivo para hacer crecer como jugadores a las nuevas generaciones. Hay ahora muchas más oportunidades de adquirir buenas experiencias de competición que hace 10 años, cuando yo era juvenil. Así que, gracias y enhorabuena a todos los clubs y organizadores de torneos porque, al menos en mi opinión, Madrid está subiendo aún más el nivel de tenis de sus jugadores, gracias a toda la competición que esto clubs están ofreciendo”.
¿Qué te gustaría tener en tu club o en tu ciudad?
“La verdad es que al Club de Campo siempre le ha faltado, al menos en los años que yo he estado, estar un poco más orientado hacia la competición. El Club tiene, en mi opinión la mejor escuela de base de Madrid. El trabajo que hacen Jaime y Gonzalo con su escuela es increíble y han creado, como ya digo, la mejor escuela de tenis base de Madrid en mi opinión. Sin embargo, creo que un Club como el Club de Campo debería ser más competitivo a nivel regional y estar en las ligas más altas de la región, con todas las instalaciones y facilidades que tenemos a nuestro alcance. Creo que el Club necesita una iniciativa para crear un grupo de competición al que se le permita poder entrenar en las pistas Malvinas, sin interferir con la escuela de base, y que lleven a este grupo de competición a competir por Madrid y, en el caso de los que tengan un nivel muy alto y se lo puedan permitir, incluso a competición nacional”.
¿De cuál de tus resultados estás más orgulloso y por qué?
“Hay muchos resultados y torneos que me han hecho mucha ilusión, pero yo destacaría dos en particular: uno fue el primer torneo de mi vida, que no era ni oficial, era un torneo de promoción para los jugadores del Club de Campo. Creo que debía tener siete u ocho años y conseguí llegar a la final. Gané a gente a la que consideraba mejor que yo y eso me hizo que me gustase más el tenis y competir. Recuerdo que varios días antes de las semis, en el frontón del club, mi padre me dijo que me iba a tocar contra uno muy bueno y que lo normal es que perdiese. Me eché a llorar de rabia porque no quería perder y esa semana fui todos los días a ese frontón para hacerme muy bueno en esos días y poder ganarle. Bueno, pues gané 9/6 y pasé a la final. Después, perdí en la final 9/8 en el tie-break definitivo, pero fue el torneo que me lanzó a querer jugar al tenis más días a la semana y jugar torneos. El otro torneo que me hizo mucha ilusión, tampoco fue un torneo muy importante, pero fue el primer torneo regional que gané. Creo que era infantil de segundo y tenía que jugar la final del circuito Babolat, que es el circuito Head de ahora, contra Alejandro Andino, al que nunca había ganado hasta la fecha. La noche de antes no pude dormir nada. Llegué a la pista y aún no me explico como jugué uno de los mejores sets de mi vida y gané el primero del partido 6/1. En el segundo iba 4/2 y me entró el miedo a ganar y finalmente llegamos al tie-break y me dije ‘venga, estás jugando increíble hoy, como no le ganes hoy igual no vuelve a salirte un partido tan bueno en un tiempo’. Pues gané 7/0 el tie-break, jugando muy valiente e incluso terminé con un winner de resto de derecha. Fue el primer torneo regional que gané y, además, lo hice jugando a muy buen nivel y muy valiente y por eso lo recordaré siempre con mucho cariño”.
¿Puedes ordenar por importancia para ti fuerza física, fuerza mental y calidad técnica?
“Fuerza mental es lo principal, porque es lo que más partidos me ha dado en mi vida. Yo nunca he podido entrenar el mismo número de horas a la semana que muchos de mis rivales, o en escuelas de competición de tanto nivel como las de ellos, pero mentalmente siempre he estado bien centrado y eso me permitía ganar a muchos de ellos. Fuerza física es lo segundo más importante en mi opinión. Para mí, estar bien físicamente me permitía sacar bien, que eso para mi tenis es fundamental, y estar bien colocado en el momento de pegar la derecha, que es mi mejor golpe. Sin un buen físico, no soy capaz de hacer eso y mi tenis se desmorona. Además, estar bien físicamente ayuda en mi opinión, a estar mejor mentalmente: más tranquilo y con más confianza. Por último, aunque muy importante también, es la calidad técnica. Pregúntale a cualquiera sobre mi revés y te darás cuenta de que si en el tenis solo valiese la calidad técnica, yo no habría ganado ningún partido en mi vida. Creo que la calidad técnica ayuda pero, en mi caso he podido compensar algunas carencias con un buen físico, una cabeza tranquila y una buena actitud competitiva”.
¿Superficie favorita? ¿Por qué?
“Tierra batida, porque he entrenado la mayor parte de mi vida en tierra y es a lo que estoy más acostumbrado. Además, me gusta tener ese tiempo extra para coger mi derecha y poder tirar con peso”.
¿Cuál es tu golpe favorito de ver en otro jugador? ¿Y tu golpe favorito de jugar?
“Mi golpe favorito de ver en otro jugador es el revés, porque a mi me cuesta mucho ese golpe y realmente valoro y envidio un buen revés. Mi golpe favorito de jugar es la derecha, que siempre ha sido mi punto fuerte y un golpe que siempre me ha salido muy fácil y muy natural”.
¿Qué valoras más de un rival en pista o de un compañero de entrenamiento?
“Lo que más valoro en un rival es la fuerza mental. Su capacidad de estar tranquilo bajo presión y mantenerse competitivo durante todo el partido. Creo que ese es el jugador más duro de ganar en una pista de tenis. Como compañero de entrenamiento, valoro a alguien que se esfuerce al máximo pero con el que también puedas echarte unas buenas risas en los descansos o al acabar el entrenamiento”.
Algún día querrías ser o hacer… ¿qué?
“La verdad es que no tengo todavía muy claro a qué me quiero dedicar en el futuro. De momento, estoy empezando a trabajar este año y a adquirir experiencia, pero todavía me queda por definir qué dirección quiero llevar en mi carrera profesional. Lo que tengo claro es que de lo que más disfruto es del deporte y por eso mi vida siempre estará fuertemente ligada al deporte, y en especial al tenis”.
¿Qué obra te gustaría poder hacer para ayudar a personas desfavorecidas o necesitadas?
“No sé qué obra o a qué enfermedad exacta me gustaría ayudar a combatir, pero sí sé el modo en el que me gustaría colaborar. En la universidad hacíamos varios días torneos caritativos donde los jugadores del equipo jugamos con personas con algún tipo de enfermedad o celebrábamos torneos para recaudar dinero para alguna fundación. Creo que esa es la mejor manera de aportar y hacer algo por la gente necesitada. No solo donar dinero o comida. Creo que es mucho más divertido y mucho más bonito colaborar y ayudar celebrando un día con actividades y deportes, en el que los donantes y estas personas necesitadas puedan disfrutar de un día divertido, que también te hace sentir mejor a ti al ayudar y colaborar y a la persona que lo necesita. Celebrar un torneo, o una feria o correr una media maratón me parecen eventos geniales que se pueden organizar con fines benéficos y en los que quiero participar”.
¿Cuáles son tus ilusiones, personal y deportiva, de futuro?
“En estos momentos estoy comenzando mi vida laboral. Encontré trabajo a principios de este año en el área de marketing en el sector de alimentación. En cuanto me haga a este nuevo ritmo de vida y encuentre la manera de compatibilizarlo, me gustaría volver a entrenar, intentar mejorar mi ranking nacional todo lo posible y conseguir buenos resultados en el nacional por equipos con el Club de Campo; que llevamos ya varios años intentando subir de división. Me hace también muchísima ilusión viajar y visitar a todos los amigos que he hecho en Estados Unidos, e ir a visitarles a sus respectivos países; así que tengo pendiente ir a Australia, Brasil y Noruega, entre otros”.