Paloma Díaz Sada, tenista de Madrid. Estuvo entre las 40 mejores de España hace una década, cuando era cadete; época en la que fue campeona de Madrid. En la actualidad es entrenadora, profesora y la directora del Futures ITF Club Alameda, de Madrid.
¿Cuándo y por qué empezaste a jugar al tenis?
“Empecé a jugar a los 5 años, aproximadamente, en el Club Alameda”.
¿Qué te gusta recordar y transmitir de tus inicios?
“Siempre fui una jugadora que competía sin presión. Desde pequeña me transmitieron la idea de que trabajaba y entrenaba para aprender y disfrutar, así que eso era lo que hacía, disfrutar. Siempre tuve esa idea como mi prioridad”.
¿A qué nivel se encuentra la organización de grandes acontecimientos de tenis en nuestro país? ¿Hay algún modelo de otro país que te resulte ejemplar?
“Creo que en nuestro país hay varios torneos que, a nivel internacional, son especialmente importantes: Masters Madrid, Conde de Godó, etc. Evidentemente, hay otros países que celebran mayor número de torneos de estas características, pero creo que los que se celebran aquí son siempre un éxito”.
En cuanto a número de torneos futures y challengers que se celebran en España, respecto a otras potencias, ¿cómo valoras el calendario?
“No conozco, especialmente, el calendario; pero sí creo que se ha dado un paso importante a la hora de subir el prize money. Que, ahora, muchos de los Futures sean de 15.000 y 25.000 dólares supone un pequeño avance, y ayuda para estos jugadores que están empezando y quieren meterse arriba. Es algo que se reclama desde hace mucho tiempo”.
¿Cuáles son las tareas más ilusionantes de ejercer como directora de un torneo internacional? ¿Y las más complicadas?
“Simplemente, con que te guste el tenis, cualquier cosa relacionada con un torneo de estos te parece ilusionante. En mi caso, poder ver a jugadores de estos niveles en el club en el que has crecido supone un extra. Soy muy joven y hace dos meses todavía ni sabía que iba a ser la directora, así que ha sido todo muy rápido, pero estoy muy contenta.
En cuanto a lo más complicado, todavía no lo sé, aunque me temo que va a ser gestionar el tema de la lluvia ¡qué mala suerte! (la previsión meteorológica). Está claro que siempre hay algún jugador al que no le parece bien algo, o no está de acuerdo en algún asunto, pero todavía no puedo quejarme mucho por eso, en general todos son muy agradables. Antes de empezar el torneo, tenemos claro que lo hacemos para disfrutarlo desde el club, y para que lo disfruten los jugadores. No estamos deseando que acabe, como pasa en otros torneos, sino que empiece”.
¿Qué supone la organización del Futures ITF en el 60º aniversario del club? ¿Cómo puede incidir en los más jóvenes practicantes y en los usuarios del club?
“Como decía antes, esto supone una CELEBRACIÓN en mayúsculas para el club. Es un torneo de un altísimo nivel y tenemos la suerte de contar con un cuadro con jugadores que están entre el 200 y el 400 del mundo. El Club Alameda tiene muchísima historia tenística, y en él se han celebrado numerosas competiciones a nivel internacional, es algo que gusta mucho a los socios. Estamos convencidos de que los socios y todos los que conocen el club y el torneo, acudirán a ver partidos. Al final, de eso se trata, de que la gente disfrute”.
¿El tenis es un deporte clásico o admite variables para ganar como espectáculo?
“El tenis es un deporte clásico, pero al final se trata de un espectáculo, como cualquier deporte. Pero, creo, que nunca debe perder esa esencia de deporte elegante”.
¿Puedes ordenar fuerza física, fuerza mental y calidad técnica?
“Sin duda alguna, pongo en primer lugar la fuerza mental; sobre todo en el tenis femenino. Un jugador mentalmente fuerte es receptivo, incansable, sufridor y regular. Al final, tú no ves excesiva diferencia técnica entre un/a 10 del mundo y un/a 50. Como profesora, también prefiero a un alumno mentalmente muy fuerte, frente a uno que técnicamente sea muy bueno”.
¿Cuáles son las condiciones que ha de reunir un jugador-a actual para estar en lo más alto?
“Partiendo de la base de que para estar en lo más alto hay que tener un nivel de tenis top, creo que para ser de los mejores hay que tener humildad y saber sufrir”.
¿Tu golpe favorito de ver? ¿Y tu golpe favorito de ejecutar?
“Me gustan mucho los cruzados, sobre todo el revés. Pero mi favorito de ejecutar es el revés paralelo”.
¿Qué obra te gustaría poder hacer para ayudar a personas desfavorecidas o necesitadas?
“Muchas. Siempre he querido impartir clases sin recibir ninguna remuneración y donar el dinero para alguna asociación. Es complicado, porque, al final, los que estamos dedicados a esto del tenis estamos muchas horas, tanto dentro de pista como fuera; pero quiero hacerlo algún día”.
¿Cuáles son tus ilusiones, personal y deportiva, de futuro?
“A corto, medio y largo plazo, seguir aprendiendo. Siempre hay mucho que aprender y aunque creo que haber competido tanto y llevar ya 8 años como entrenadora me ha dado mucho conocimiento, tengo la mente muy abierta. Tengo 26 años y aunque no paro de formarme y fijarme en los mejores, aún me queda un camino muy grande. Me gustaría seguir trabajando en la escuela en la que estoy y poder aportar cada día más cosas, tanto a la escuela, como a la federación y al tenis, en general. Este deporte es lo que me hace disfrutar de mi día a día, así que mi ilusión es poder seguir haciéndolo”.