La Copa Sevilla cumplió sexagésima edición, trigésima segunda dentro del ATP Challenger Tour, y última sobre albero, la denominada tierra amarilla única en el circuito.
Para completar el palmarés sobre esta exclusiva superficie -con casi 95 años de historia en el Real Club de Tenis Betis- se dieron las tres victorias españolas posibles: Roberto Carballés en individual y Alberto Barroso y Pedro Martínez en dobles.
Triunfos también muy especiales, ya que el Challenger sevillano había crecido a categoría 125, con dotación de 145.000 euros, situándose entre los más importantes del ATP Challenger Tour.
En esta significativa edición, a la llamada de la esmerada organización sevillana acudieron cinco top 100 actuales y un sinfín de grandes jugadores que estuvieron entre los mejores del mundo en absoluto y en júnior, varios de ellos representantes de sus selecciones nacionales en la Copa Davis.
El repertorio de ilustres en esta 60 Copa Sevilla incluía a Verdasco, Delbonis, Marrero, Kukushkin, Carballés, Cachín, Munar, Díaz, Gaston, Skatov, Martínez, Llamas, Taberner, Rincón, Ymer o Andreev, entre otros.
Entre los participantes originarios de una veintena de naciones de América, Asia y Europa, había predominio de españoles, hasta catorce (cuatro de ellos cabezas de serie) en el cuadro final, seguido de franceses y argentinos.
En la fase previa entraron once españoles, de los que cuatro se clasificaron para el cuadro principal: Barreto, Cervantes, López Montagud y López Morillo; lo que volvía a probar que Sevilla es sinónimo de prosperidad para el tenis español.
Además de los mencionados cinco top 100, había que destacar que el octavo cabeza de serie, el andaluz Pablo Llamas, lo hacía como 144º de la clasificación mundial.
La competición arrancó con un día de retraso debido a la incidencia de las fuertes lluvias sobre la superficie de juego. Algo que solventaron con maestría, y muchas horas de labor, los pisteros del Tenis Betis.
Como consecuencia, los jugadores de previa tuvieron que doblar turno y los primeros cabezas de serie debutaron aún con el suelo algo húmedo, pero con mucho público alentando.
La primera ronda la superaron todos los cabezas de serie a excepción del mallorquín Jaume Munar, que tropezó con un duro Alessandro Giannessi.
Hasta siete españoles alcanzaron los octavos de final: Carballés, Martínez, Llamas, Taberner, López Montagud, Sánchez Izquierdo y Dani Rincón; pero sólo dos llegaron a cuartos, Carballés y Llamas.
Tras los dos primeros encuentros de cuartos de final dijeron adiós dos cabezas de serie: el joven kazajo Timofey Skatov, semifinalista en 2022, que cedió ante el francés Valentin Royer; y el jerezano Llamas, quien no pudo con el también galo Calvin Hemery en el tercer set.
Por la parte alta del cuadro sí que salvaron sus cabezas los dos favoritos: el granadino Roberto Carballés y el mejor francés Hugo Gaston, quinto preclasificado en Sevilla.
Carballés doblegó al acreditado jugador sueco de Copa Davis Elias Ymer, porque el español bordó tácticamente el partido. Mientras que Gaston desesperó al italiano Giannessi, verdugo de Munar y Rincón. Gaston remontó set en contra y superó a un rival a base de originales golpes desde el fondo.
De manera que en las semifinales se veían las caras tres franceses y un español: los dos cabezas de serie por un lado y los dos jugadores sorpresa por el otro.

Las luchas por los puestos en la final no defraudaron y se resolvieron tras 6 horas de competición. Carballés sucumbió en el primer set ante un Gaston en estado de gracia, que tiró decenas de inverosímiles dejadas. Roberto multiplicó su efectividad en el segundo parcial, que sólo pudo resolver en otro ajustado tie-break; pero que le valía para cortar la iniciativa del tenista de Toulouse y apabullarle en el set definitivo, ante el delirio de un graderío a rebosar.
Después pelearon, también en tres mangas, Royer y Hemery. Hemery ganó el primer parcial; pero Royer, que venía de la fase previa limpiando el cuadro de favoritos, empató el partido. Hemery sacó lo mejor de sí desde el fondo y cerró su clasificación para la final.
Carballés accedía a su tercera final consecutiva, aproximándose a la historia de los tricampeones del torneo, Dani Gimeno Traver y el local Pedro Osete, más atrás en el tiempo.
Así, los aficionados se citaron en otra gran jornada nocturna para crear un excepcional ambiente y, con las tres gradas llenas, asistir a la disputa de los preciados 125 puntos ATP.
Después de la exigente final anticipada vivida en semifinales, Carballés, ya recuperado, se colocaba enfrente de Calvin Hemery para defender el título.
El anfitrión marcó el ritmo del partido, prácticamente desde el quinto juego del set inicial y lo cerró con solvencia. El francés tenía que ir a por todas en la segunda manga y arriesgó, de manera que entre los errores que cometió y la exhibición de firmeza y estabilidad de Roberto, la final tenía dueño.
Carballés lograba su segunda victoria consecutiva, la última sobre albero, para volver a alzar al cielo el singular giraldillo y embolsarse los 125 puntos.
El otro éxito del tenis español venía de la mano del valenciano Pedro Martínez y del extremeño Alberto Barroso, quienes remontaron en la final de dobles frente a la cuarta pareja del torneo, formada por el indio Balaji y el brasileño Romboli, ante un público entusiasmado.

Para Martínez este era su tercer título de dobles aquí. Para Barroso su segunda final consecutiva.
La Copa Sevilla era el undécimo ATP Challenger en España este año, dentro de una espléndida campaña de más de doscientos eventos mundiales; algo que redunda en el nivel de los competidores.
En la siempre sencilla, pero elegante ceremonia de premios característica del Real Club de Tenis Betis, intervinieron el presidente de Andalucía, el alcalde de Sevilla, el presidente del tenis español, y presidenta del club y director del torneo.
Varios actos arroparon la competición internacional, como por ejemplo el espectáculo previo a la final individual para rendir tributo al albero, con un afamado tema interpretado por dos guitarristas en directo y la exhibición de un vídeo con sinfín de protagonistas, despidiendo la tierra amarilla sevillana.
También hubo diferentes atracciones, de la mano de Renault y al estilo de Roland Garros, así como un clinic para niños y un medidor de velocidad de servicio, por lo que el público sevillano fue aún más partícipe del acontecimiento.
Los periodistas acreditados volvieron a entrar en acción, celebrando el Día Internacional del Periodista con la segunda edición del torneo para prensa, que volvió a ganar nuestro compañero Carlos Mansilla.
Y los tenistas andaluces Carballés y Javi Barranco pudieron comprobar cómo eran las raquetas que ganaron la Copa Sevilla en las cuatro primeras ediciones (1963-1966), en manos del mallorquín José María Alfín, el madrileño Antonio Martínez y el también andaluz Manolo Orantes.
Galería 60ª Copa Sevilla ATP Challenger 125
Fotos: Goyo Ybort