El 24 de marzo de 2011 Virginia Ruano presentaba su nuevo equipo de dirección al frente del Open Castilla y León Villa de El Espinar, por lo que ahora cumplirá su décimo torneo como directora, eso sí, siempre que la pandemia mundial lo permita. Cuando asumió la dirección del torneo, sólo diez mujeres gobernaban eventos ATP en el mundo, seis de ellas en Europa.
Virginia Ruano es, además, co-directora de la escuela C.P.V. Total Tennis del Club Deportivo Somontes. Jugadora exolímpica participante en los J.J.O.O. de Atlanta, Atenas y Pekín, en las dos últimas consiguió sendas platas; ganadora de 4 Copa Federación con la selección española y triunfadora en 10 grand slam de dobles (6 Roland Garros, 3 Open USA y 1 Open Australia), 1 más de mixtos (Roland Garros) y el masters femenino WTA Tour Championship; y jugó 3 finales de Wimbledon. Acumuló 46 victorias en torneos, 43 de dobles y 3 de singles; y fue tres veces campeona de España. Defendió el número uno del mundo de dobles entre 2003 y 2005, siendo profesional del tenis como jugadora durante 18 años, en los que acumuló cerca de 600 triunfos en dobles. También ejerce de comentarista de Teledeporte TVE.
¿Cuándo y por qué empezaste a jugar al tenis?
“A los 8 años en el C.D. Brezo Osuna, los fines de semana, y empecé porque tuve que dejar la gimnasia deportiva porque mis padres no podían hacer el desplazamiento hasta la escuela; y el Brezo nos pillaba cerca, mi hermano jugaba al tenis y probé otro deporte”.
¿Qué te gusta recordar y transmitir de sus inicios y de tus éxitos?
“Me encanta recordar cómo pasábamos de fin de semana a entre semana, y la ilusión por poder pasar al grupo que entrenaba Carmen Bustamante, y los torneos alevines infantil que jugábamos. Me gusta transmitir a los niños-as la ilusión por el deporte que practican y que se lo tomen como diversión, no como obligación. A gente mayor serían otras las indicaciones”.
¿A qué nivel se encuentra la organización de grandes acontecimientos de tenis en nuestro país? ¿Hay algún modelo de otro país que te resulte ejemplar?
“Francia yo creo que es el ejemplo, y el más cercano, siempre ha funcionado muy bien. En cuanto a organización los veo bien, Barcelona y Madrid, nuestros dos estandartes, son referencia”.
En cuanto a número de torneos futures y challengers que se celebran en España, respecto a otras potencias, ¿cómo valoras el calendario actual?
“Bien, los últimos tres años se han vuelto a hacer más torneos challenger, ha habido más ayuda de la RFET y eso ha posibilitado que los jugadores no hayan tenido que ir a otros países, y que el nivel de tenis en España suba”.
¿Qué desearías que hubiera para el fomento y organización de torneos futures y challengers como el que diriges?
“Más ayudas de empresas privadas, que les interesara por desgravación fiscal, y respaldaran el tenis y el deporte en general”.
Si estuviera en tu mano, ¿de qué te gustaría dotar al tenis español de futuro?
“De más ayudas para que los jugadores no tengan que desplazarse de sus comunidades a otras -en el caso de escuelas, por ejemplo-, y que hubiera más torneos, para que sigan creciendo como tenistas”.
¿Cuáles son las tareas más ilusionantes y gratificantes de ejercer como directora de un torneo internacional? ¿Y las más complicadas?
“Lo más ilusionante que todo lo que crees, y piensas, que va a ayudar a los jugadores en tu torneo lo puedas llevar a cabo, a la pista; no solo tenerlo en mente. Y lo más complicado, encontrar la ayuda económica para que esas cosas se puedan llevar a cabo”.
Entras en tu décimo torneo como directora ¿qué escalas o momentos destacarías?
“La primera, la presentación oficial, al tomar el relevo de un torneo con mucho peso, mucha historia; luego, haber conseguido organizar el torneo internacional femenino y, justo el año pasado, haber conseguido que las jugadoras compitieran en El Espinar desde la primera ronda. También destacaría ese momento cuando te das cuenta que, siendo jugadora, de repente tu pides algo, un plátano por ejemplo, y aparece en la pista, lo que necesites; y cuando pasas al otro lado, a la organización, te das cuenta todo lo que conlleva que ese plátano llegue a la pista. Me abrió los ojos acerca de lo difícil que es organizar los eventos. Ahora, me hace un poco de gracia (entre comillas), es casi rocambolesco, que vaya a cumplir ese décimo torneo, que es un bonito momento; y que, sin embargo, no sé ahora mismo si podre celebrarlo (por el coronavirus)”.
Más allá de su historia ¿qué supone hoy la organización de un evento como el OCYL Villa de El Espinar? ¿Cómo puede influir en el entorno, en los más jóvenes tenistas y en los aficionados?
“Es uno de los acontecimientos deportivos mundiales más grandes en la región y eso repercute positivamente. El Espinar se conoce en todo el mundo gracias a su torneo, supongo que el hecho de tantas visitas genera más riqueza en el municipio, y para los jugadores estar en un entorno privilegiado”.
¿Cómo te sientes al frente de la escuela de tenis?
“Me siento que al final estoy devolviendo al tenis un poquito de lo que me ha dado, empezando con una escuela –C.P.V. Total Tennis, en el C.D. Somontes– desde cero y con la pirámide invertida, desde abajo hacia la élite”.
¿El tenis es un deporte clásico o admite variables para ganar como espectáculo?
“Es clásico que tiene que ir adaptándose a los nuevos tiempos para ganar como espectáculo”.
¿Puedes ordenar fuerza física, fuerza mental y calidad técnica?
“Fuerza mental, y las otras dos han de ir a la par y se complementan”.
¿Cuáles son las condiciones que ha de reunir un jugador-a actual para estar en lo más alto?
“Tener de todo un poco, muy buena cabeza, espíritu de sacrificio y de trabajo y, posiblemente, anteponer el tenis a otras cosas”.
¿Tu golpe favorito de ver? ¿Y tu golpe favorito de ejecutar?
“Saque-volea de McEnroe, sus subidas a la red. Mi revés cortado o mi derecha invertida”.
¿Con qué jugador-a de la historia te hubiera gustado echar un buen peloteo? ¿Por qué?
“Los dos que más me han gustado han sido Martina Navratilova y John McEnroe, y con Martina lo pude hacer”.
¿Qué obra te gustaría poder hacer para ayudar a personas desfavorecidas o necesitadas?
“Llevar el tenis a todos, no que la gente fuera a verlo, sino llevárselo; un poco como hace el fútbol, sobre todo con los niños”.
¿Cuáles son tus ilusiones, personal y deportiva, de futuro?
“Que volvamos en un tiempo breve, quizá 2021, a una situación como la de hace cinco meses. Que podamos salir con normalidad a comprar el pan y poder volver asistir a un partido de tenis”.
¿Has vivido alguna situación similar a la actual (Covid-19)?
“No, nada. Grandes parones, por ejemplo, tuve con 18 años por lesión de osteopatía de pubis y estuve un año parada pero, claro, podía salir de casa”.
¿Qué es lo que más echas de menos, en lo personal y en lo tenístico, en esta situación?
“Estar con más gente que quieres, disfrutar del aire libre haciendo cosas, poder tomar algo en cualquier sitio. Poder ir a ver cómo va la escuela, saltar a la pista a jugar, seguir partidos actuales, no los de tiempo atrás”.
¿Qué sentiste cuando se han ido suspendiendo los grandes torneos?
“Incertidumbre de lo que iba seguir pasando, sobre todo cuando Roland Garros iba a ser el primer grand slam que no se iba a hacer, ahí ves peligrar todo. Luego, cuando se cae Wimbledon, piensas que no va a haber más tenis en todo el año”.
¿Qué consejo darías a un jugador-a para afrontar este largo periodo sin competición, de momento hasta el 13 de julio?
“Que tengan calma y paciencia, y piensen que todos los tenistas están igual, y que mantengan el estado de forma, dentro de sus posibilidades”.
Si dependiera de ti, ¿cómo salvarías esta temporada 2020? ¿Cómo organizarías el calendario de julio a diciembre?
“Partimos de las base de que no sabemos si se podrá hacer el calendario. Yo congelaría los puntos a fecha del último torneo, intentaría dos opciones: congelar los puntos y volver a empezar en 2021 como si fuera 2020, esto es, un ranking de dos años. Y, en otro plano, que en cada país hagan torneos nacionales con la gente que pueda competir en casa, para que se mantenga en forma, pues viajar lo veo muy complicado, al menos hasta agosto y septiembre. Que cada país intentara mantener en activo a sus tenistas, pero no puede ser en torneos abiertos a internacional, porque no sabemos qué nos va a deparar el futuro. Intentar que en 2021 se empiece el ranking internacional, ahora hay demasiada incertidumbre como para pensar en viajar a otro país”.
Fotos: Goyo Ybort y cedidas por Alberto Simón y Pedro L. Merino.