Jaume Antoni Munar Clar, jugador de 22 años, natural de Santanyí, Mallorca. Ocupa el puesto 102º de la ATP; si bien a finales de mayo de 2019 alcanzó su mejor ranking mundial, 52º. Es el décimo mejor jugador español de la clasificación mundial a mediados de septiembre de 2019.
En su sexta temporada como profesional ha entrado en cuadro final de Open USA, Wimbledon y Open de Australia y del masters 1000 de Madrid, e hizo segunda ronda en los de Montecarlo y Miami. Jugó los octavos de final en el ATP 500 de Barcelona y los cuartos en el de Rio de Janeiro. También llegó a la antepenúltima ronda en los ATP 250 de Marrakech, Buenos Aires y Córdoba, en Argentina; y en Pune (India).
Ostenta 3 títulos Challenger, dos en 2018 sobre tierra y el de El Espinar en 2017; y 7 títulos ITF, logrados entre 2016 y 2017. En dobles también ha sumado 1 challenger y 10 ITF. Jugó las Next Gen ATP Finals (sub-21) en Milán a finales de 2018, donde fue cuarto al ceder en el tie-break del quinto set, ante el ruso Andrey Rublev. Es un deportista de la Rafa Nadal Academy by Movistar, que entrena a las órdenes de Tomeu Salvà y Pedro Clar; que inició los estudios universitarios de Economía, y piensa retomar; y es aficionado al golf y a los libros.
¿Cuándo y por qué empezaste a jugar al tenis?
“Empecé pasados los 8 años. Siempre había jugado a fútbol, desde los 3 años, en el mismo polideportivo de mi pueblo en que se juega también a básquet, natación, tenis, bádminton, y a casi todos los deportes. Tenía horas libres, acababa el colegio y al mediodía y me dejaban ahí, para hacer fútbol y luego natación. Como tenía horas libres e iba bien en los estudios, y era muy inquieto, quería ocupar las otras horas y me apunté también a tenis, junto a un amigo; y ahí empezó un poquito todo”.

¿Quiénes han sido y son tus principales apoyos para seguir adelante?
“Siempre he dicho que tengo dos pilares súper importantes en mi vida, no sólo tenísticamente, sino en general, que son mi familia, primero, sin duda; y después mi grupo de amigos, que lo tengo, prácticamente, desde que juego a tenis. Son los chicos con los que me formé en Baleares y, a día de hoy, seguimos teniendo una relación muy estrecha. Para mi, es muy importante la parte familiar y la de mis amigos, porque cuando estoy con ellos, recuerdo de dónde vengo, por qué empecé a jugar a tenis, con quién crecí, y cómo empecé a querer este deporte. Ahora, también es muy importante el apoyo que tengo de mi mánager como de mis entrenadores en la Academia, y de las marcas deportivas que tengo detrás, porque tuve a todos para ayudarme a dar el salto, y cuando, tiempo atrás, eran momentos complicados económicamente; y la propia Academia que, sin duda, es parte fundamental de mi mejora en los últimos tiempos”.
De los torneos, clubs o ciudades en las que has estado, ¿cuál destacarías y por qué?
“Hay muchísimos. A nivel de ciudad, me encantan muchas pero me quedaría con Paris y con Melbourne, más allá de Madrid y Barcelona que, obviamente, tienen un lugar aparte para mi. Y después, a nivel de eventos, mi torneo favorito, desde que fui en junior, es el Open de Australia. Me gusta mucho el ambiente del país, la gente, la comodidad del torneo, la proximidad de la ciudad, aparte de que puedo estar en la playa, que para mí es muy especial tener el mar delante, siendo de la isla. Creo que llega en un momento un poco complicado, porque justo te vas en navidades de casa y empezar con esa energía, en verano, pues hace que estés a gusto. Sí que es verdad que jugando el circuito ATP apenas se puede decir que no estés a gusto, porque casi todo se focaliza en que el jugador esté bien. Y en el circuito Challenger me quedaría con las semanas en España”.
En cuanto a número de torneos Challenger que se celebran en España, respecto a otras potencias ¿Cómo valoras el calendario actual? ¿Hay algún modelo de otro país que te resulte ejemplar?
“Es complicado, porque has de separar las federaciones que se alimentan de sus grand slam, porque su capacidad económica es infinitamente más alta que ninguna otra. Creo que en España está habiendo un cambio a mejor, no sé realmente que es lo que están haciendo porque no me he informado sobre el tema, pero creo que estamos en un camino positivo, que eso es importante. Después, me quedaría, seguramente, y no conozco su manera de hacer las cosas pero creo que está haciendo un gran trabajo de base Italia, a nivel Challenger, y así se está demostrando con los jóvenes que están subiendo”.

¿Qué te gustaría tener en tu club o en tu ciudad?
“Siendo honesto, nada. Creo que estoy en el lugar perfecto para mi desarrollo profesional y personal”.
¿El tenis es un deporte clásico o admite variables para ganar como espectáculo?
“Para mí, que aunque soy del ’97 y con corta vivencia me considero bastante clásico, en casi todos los aspectos; creo que las cosas tienen que evolucionar y cambiar para ser agradables para el público. Quieras o no, estamos detrás de una industria que es, puramente, una empresa para ganar dinero, esa es la realidad de la ATP, y es complicado mantener las mismas normas en un mundo en el que la gente va evolucionando y las generaciones jóvenes buscan otras cosas. Con lo cual, sí se tiene que cambiar pero, siendo honesto, no me he parado a pensar en qué puede cambiar y cómo lo deberíamos hacer”.
¿Puedes ordenar fuerza física, fuerza mental y calidad técnica?
“Si, pero separándolo por tramos de edad o momentos de la carrera. Cuando eres más joven, creo que la parte física cuenta mucho porque, probablemente, el que tenga más fuerza cuando eres pequeño tiene mucha ventaja sobre los otros. Después, el trámite entre cadete y junior, dejando a Alcaraz aparte, que está en otro nivel (se ríe); creo que, además de lo físico, vendría la parte técnica porque es cuando el desarrollo del jugador a nivel técnico es muy importante y cuando se empieza a ver que por muy bien que estés físicamente, la parte técnica demuestra las diferencias. Y, cuando ya eres profesional, sin duda, la parte mental es la más importante para mí, porque creo que en el nivel en el que estoy, tanto física como tenísticamente, todo el mundo está súper formado, y cuando llegas a un cierto nivel, todo el mundo sabe jugar a tenis; entonces, la parte mental y la clarividencia a la hora de jugar creo que es lo más importante”.

¿Cuáles son las condiciones que ha de reunir un jugador para estar hoy en lo más alto?
“Obviamente, primero de todo, tener un gran nivel de tenis, eso es lo primordial; pero es muy importante mantener tu entorno y ser una persona simple y correcta porque si no, en un mundo como el tenis, puedes acabar volviéndote loco. Es un mundo donde viajas muchísimas semanas, donde todo no es tan fácil como parece desde fuera, y creo que lo más importante, cuando estás en un cierto nivel, es saber mantener ese equilibrio entre buen tenis, buen físico y tener la parte mental muy formada”.
¿De cuál de tus resultados estás más orgulloso y por qué?
“Cada etapa tiene cosas especiales. A nivel profesional, mi mayor cambio, si tengo que decir un partido, es Roland Garros 2018, el partido que gano a David Ferrer, cuando iba dos sets a cero. Después, en un tramo anterior, es muy importante la final que hago en Roland Garros junior para darme cuenta de que realmente puedo competir con gente que, en ese momento, está mucho más preparada que yo. Y, probablemente, cuando era más chiquitito, no me puedo quedar con un resultado solo porque fue un camino súper bonito para mí, crecer junto a la gente que antes he dicho que son mis amigos, y creo que ahí no hay un momento clave, simplemente fue una evolución progresiva que no fui haciendo solo, sino con otra gente que, por mala suerte se ha quedado por el camino. Creo que en ese momento yo pensaba más en una cosa grupal que en algo individual. Y, a día de hoy, para mí el tenis es completamente individual”.
¿Superficie favorita? ¿Por qué?
“Casi me siento obligado a responder que tierra, pero no es así. Realmente empecé a jugar a tenis en pista rápida y mi tenis se adaptaba muchísimo más a pista rápida, por el saque, por el tipo de resto. He ido evolucionado mucho y he ido cambiando muchísimas cosas que creo que, a día de hoy, soy más competitivo en tierra, en este nivel que estoy jugando, pero creo que si sigo evolucionando puedo terminar, otra vez, dándole la vuelta, y jugar mejor en pista rápida”.
¿Tu golpe favorito de ver (¿de quién?) ¿Y tu golpe favorito de ejecutar?
“Por estética, diría que es la volea, bueno todo el juego de red. Dos ejemplos que me encantan, que son historia del tenis y que lo hacen de manera muy diferente: el juego de red de Federer es súper elegante y súper efectivo; y el juego de red de Rafa es muy, muy, diferente al de Federer, se nota que es muchísimo más trabajado y por estética no es tan bonito, pero la eficacia es la misma; para mí eso es lo que representa el tenis, no hay una sola manera de hacer las cosas. En el tenis, como en la vida, hay muchas maneras de hacer las cosas para que salgan bien.
Mi golpe favorito es el saque: creo que es un golpe especial porque es el momento del punto en que estás tranquilo y tienes tiempo para decidir dónde va, y solo cuenta tu decisión”.

¿Con qué jugador de la historia te gustaría o te hubiera gustado echar un buen peloteo? ¿Por qué?
“Creo que los dos sueños más cercanos que tenía los he cumplido: con David (Ferrer), no había entrenado nunca con él y tuve la suerte de entrenar en su último torneo en Madrid, me acuerdo perfectamente, era el día de mi cumpleaños; y con Rafa, que a día de hoy diría que es un amigo casi, un compañero, porque comparto con él muchísimas cosas, tanto dentro como fuera de la pista, pero me acuerdo que en ese primer día que jugué con Rafa era como hacer un cheque en mi lista de cosas por hacer en la vida”.
¿Qué valoras más de un rival en pista o de un compañero de entrenamiento?
“La sencillez, la simplicidad. Creo que no hay que darle muchas vueltas a las cosas. Al final, somos jugadores de tenis y somos personas por delante de todo. Es verdad que en este mundo es muy fácil endiosarte, sin ser tan bueno, porque hay muy poca gente que hace esto; en los torneos, como dije antes, casi todo va enfocado a que el jugador esté cómodo y te lo ponen todo muy sencillo. Al final, realmente, nos volvemos un poco, por así decirlo, estúpidos entre nosotros, porque vivimos en un círculo donde casi todo es perfecto. Lo que más valoro, en cualquier persona en general, incluso en relaciones de pareja, es que la persona sea simple y tal y como es”.
¿Qué obra te gustaría poder hacer para ayudar a personas desfavorecidas o necesitadas?
“No tengo una pensada, ni lo he dedicado mucho tiempo. Sí que es verdad que mi hermana es una persona súper focalizada en ayudar. Ella ha estudiado logopedia y siempre me ha inculcado a mi (porque mi hermana podría ser mi segunda madre, y mi mejor amiga) estar detrás de los desfavorecidos. Lo que pasa es que, creo, yo y todo el mundo del tenis vivimos muy alejados de estos temas y son temas que realmente a la sociedad, en general, nos tocan muy de cerca. Vivimos muy lejos y pocas veces estoy o tengo tiempo para hacer obras de este tipo, aunque es cierto que siempre que me lo ponen cerca intento hacerlo, y muchas veces también me siento un poco mal por no dedicarle tiempo a ciertas personas. Hay muchísimas opciones, y situaciones, pero me gustaría hacer algo relacionado con el tenis, porque es una vía de aprendizaje muy buena, el tenis y el deporte en general; y, sobre todo, con los niños. Cuando una persona mayor ha tenido problemas a lo largo de la vida, a lo mejor es más difícil reconducir su camino; con los niños y jóvenes, si estás más encima de ellos, y les dedicas el tiempo, hay capacidad para reconducir caminos de gente que se ha ido por otro lado”.

¿Cuáles son sus ilusiones, personal y deportiva, de futuro?
“Deportivamente, tengo mil cosas en la cabeza pero todo se junta en el camino, en el día a día, en el pasármelo bien, que es lo que hago. Juego a tenis porque me encanta, a día de hoy más allá del dinero o los éxitos. Sí que es verdad que si miro a largo plazo estoy haciendo una carrera económica que puede ser muy positiva para mi futuro. A nivel personal, seguir siendo el mismo. Me gusta estudiar, creo que sigo formándome en muchos temas, no sé claramente a qué me gustaría dedicarme, pero si estoy seguro de que el mundo del deporte es un mundo precioso, si se sabe llevar de una manera correcta”.