El último reto de Roger Federer

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MARC RAMON I CORNET / BARCELONA
Casi con toda seguridad esta no será la última temporada de Roger Federer en el circuito pero todas las señales indican el descenso del suizo en la clasificación seguirá una lógica progresión y difícilmente ya le veremos luchando por las posiciones de privilegio del ranking.

Roger Federer está firmando la temporada más floja de su carrera, la primera desde el año 2000 en la que no ha conseguido ningún título de la ATP. Acumula 12 años sumando títulos en el palmarés y en las últimas diez un mínimo de 4 por año, siendo su mejor marca los 12 del año 2006. Esto pronto podría cambiar porque viendo su buen estado de forma no sería extraño que se alzara con el título en Halle, torneo que ya ha ganado anteriormente en cinco ocasiones.

Esta temporada ha disputado un total de 7 torneos, los dos Gran Slams, 3 de los 5 Másters 1.000 que se han jugado y dos torneos 500 (Rótterdam y Dubai). Sus resultados han sido, para una tenista como él, más que mediocres, con derrotas en todos los torneos y únicamente una final disputada, la que perdió con mucha claridad ante Rafa Nada en Roma.

Además de no levantar un título hay derrotas que dejan claro que el suizo ha bajado considerablemente su nivel, como por ejemplo la última en Roland Garros, ante el local Tsonga. Se podría llegar a entender una derrota ante el francés pero la manera en la que llegó, sin opciones, por la vía rápida y sin ninguna lucha en el último set, dejan claro que estamos ante otro Roger Federer.

Tampoco era habitual en los últimos años verle caer ante jugadores como Julien Benneteau o la que encajó en Madrid ante Kei Nishikori. Está claro que Federer sigue conservando sus golpes y su talento pero, especialmente en la tierra batida, se le ve con pocas energías y capacidad de sacrificio para luchar en partidos duros y largos ante jugadores que sueñan con derrotar a uno de los jugadores más importantes de la historia de este deporte.

El ranking no perdona y está claro que Federer va a tener muy difícil conservar la tercera posición que en estos momentos tiene. Para empezar defiende la final de Halle pero sobre todo los 2.000 puntos de Wimbledon, además de la final de los Juegos Olímpicos, que se le descontarán y el título en Cincinnati y los cuartos de final del US Open. Su final de año es terrorífico, con semifinales en el Másters 1.000 de Shanghai y final en Basilea y en las finales de la ATP. Más de 5.000 puntos, una cifra importante si tenemos en cuenta que más o menos ahora nos encontramos en la mitad de la temporada (por lo menos por puntos disputados) y Federer sólo ha podido lograr 2.200.

La «Race To London», la clasificación que marca los puntos logrados esta temporada sin tener en cuenta la temporada anterior, sitúa a Federer como el séptimo mejor del año pero con jugadores como Nadal que han logrado más del triple de puntos que ha conseguido el suizo (a pesar de no haber jugado Australia) o Djokovic, con más del doble. Si las cosas no cambian mucho es probable que Roger finalice entre la 5º y la 8º posición, un lugar en el que no le veíamos desde hace exactamente una década, cuando en junio de 2003 era el quinto mejor jugador.

La sombra de Pete Sampras, Roland Garros y su lucha por el número 1

roger federerRoger Federer y Pete Sampras eran dos de los nombres más repetidos cuando se buscaba al mejor jugador de la historia del tenis, por lo menos en los 25 últimos años. Del norteamericano siempre se decía que era el líder en títulos de Gran Slam y en semanas como número 1 del mundo, algo que el tenista helvético logró superar.

Federer ya ha conquistado 17 títulos del Gran Slam superando a Sampras y también ha sumado 302 semanas estando en el primer lugar del ranking superando la marca de Pete Sampras, quien estuvo un total de 286 semanas en dicha posición. Además ocupó la primera posición del ránking ATP durante 237 semanas consecutivas.

Para ser considerado el mejor jugador de la historia estaba claro que debía lograr el Gran Slam, es decir, ganar los cuatro torneos grandes, algo que nunca pudo hacer Pete Sampras, que sólo pudo alcanzar las semifinales, pero que por ejemplo sí había podido hacer Andre Agassi.

Federer no tuvo ningún problema en ganar en Australia y US Open y lógicamente en Wimbledon, que durante unos años fue coto privado del suizo. Los problemas llegaban en París, con un Rafa Nadal que ha ganado 8 de las últimas 9 ediciones. Justamente en la que Rafa no pudo ganar, en 2009 al caer sorprendentemente ante Robin Soderling, fue el momento en el que el Federer aprovechó y ganó el torneo, completando así el Grand Slam, siendo junto a Nadal el único jugador en activo que lo ha conseguido.

Además de haber finalizado con ese recurrente debate con Pete Sampras el jugador suizo también ha logrado otros de los grandes retos que le quedaban cuando Rafa Nadal le destronó de la primera posición del ranking en el verano de 2008.

El ímpetu del jugador español, unido a otros jóvenes talentos como Djokovic o Murray parecía que podrían con el suizo pero no fue así, y en apenas un año volvía a recuperar esa primera posición.

El físico, los partidos a cinco sets, 32 años y su oportunidad en Wimbledon

Roger Federer ha alcanzado todos los retos posibles durante su carrera, en los que ha logrado 76 títulos y ha superado los 75 millones de dólares, sólo en lo que se refiere en premios.

A diferencia de los otros tenistas con los que lucha en estos momentos Roger Federer sí tiene una familia, mujer y dos hijas, y aunque seguramente sus funciones de padre no son las habituales está claro que tener una familia provoca que toda la atención de un deportista no está sólo centrada en su profesión.

El jugador helvético está a punto de cumplir 32 años, algo que ahora mismo no parece ningún problema, viendo a jugadores como David ferrer, que como el suizo tiene 31 años. Aún así nadie puede obviar que Federer no ha basado nunca su tenis en una físico y una capacidad inagotable de lucha en la pista, lo ha centrado más en el talento y un físico que debía acompañar.

Ahora mismo Federer no parece al nivel de poder competir con jugadores como Tsonga, Djokovic, Nadal, Murray o incluso con el mejor Del Potro, especialmente en torneos del Grand Slam en el que debes disputar 7 partidos al mejor de cinco sets. Parece altamente improbable que Federer, por ejemplo, consiga ganar en Roland Garros, Australia o US Open siete partidos consecutivos largos, ante jugadores de este nivel físico.

Así pues, prácticamente a un semana de empezar Wimbledon, nos encontramos con la que quizá pueda ser la última oportunidad de Roger Federer de alzarse con un Grand Slam, que sería el 18º de su carrera. Las características de la superficie y la velocidad con la que transcurren los partidos hacen que sea en Londres donde el jugador tenga más opciones de volver a ganar, aunque para nada será sencillo y este año se encontrará con un Djokovic que llega picado, un Murray buscando romper la maldición de un jugador británico y con un Nadal que llega sin presión de defender puntos, además de otros sacadores que pueden adaptarse muy bien como Tsonga, Del Potro, Raonic, Isner, Dimitrov o Berdych.

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